“Estamos invadiendo una ventana que era casi exclusivamente chilena”
El del arándano es un negocio atractivo en Perú, sobre todo entre las semanas 35 y 42, periodo en el que la oferta peruana llega prácticamente sola a los diferentes mercados. Pero la oferta local ha ido alargando su temporada y creciendo en fechas que, hasta ahora, eran exclusivas de Chile, país al que ya ha superado como el primer proveedor global de esta fruta. Se espera que oferta siga creciendo, y que en un par de años esta llegue a 150.000 toneladas, que se producirán en unas 14.000 hectáreas.
De septiembre a diciembre sigue siendo la ventana de mayor concentración de volumen, dentro del panorama arandanero nacional. A pesar de que, en estricto rigor, en el Perú este pequeño fruto se cosecha todos los meses. Sin embargo, a estas alturas ya no hay duda de que el Perú presenta una sólida ventana de oferta bastante extensa, que la que se había pensado hace unos años: septiembre-octubre. “Es más, hay empresas que empiezan en mayo, en junio. Pero si nos ceñimos a lo convencional, es decir de julio a febrero, estamos hablando de una ventana comercial de ocho meses, de un Perú con capacidad de abastecimiento en muchos meses del año”, precisa Miguel Bentín, director de Proarándanos y gerente general de Valle y Pampa.
–¿De qué manera se ha reconfigurado el mercado peruano?
–Bueno ya sabemos cómo ha sido el crecimiento en los últimos tiempos… Ya somos, por un trechito para nada despreciable, el principal exportador de arándano del mundo. Ya hemos superado a Chile en fresco; me parece que vamos a cerrar esta campaña con mayor volumen que Chile, por lo menos que en todos los últimos años de Chile, en lo que arándanos fresco se refiere. (Las cifras así lo confirman: Perú en la campaña 2019/20 exportó US$810 millones).
–¿La empresas peruanas quieren seguir creciendo en hectáreas? ¿El mercado se va a saturar? ¿Se van a ver afectados los precios?
–No tanto. Yo creo que más bien se va perfeccionando la oferta. Perú, en las semanas donde se muestra fuerte, de septiembre a diciembre; y más concretamente entre octubre y noviembre, ha explotado el mercado. Hace unos años, casi no había volumen de Perú en esa época. Quien piense que va a tener los precios exorbitantes, que antes había ahí, en esos meses, está pensando en algo imposible… Generalmente el arándano ha sido un producto de producción explosiva en periodos cortos, casi como cualquier frutal. Pero cuando entró Perú, empezamos a hablar de longitud de temporada.
–¿Eso nos favorece?
–Nos favorece por el hecho de que no tenemos oferta demasiado concentrada. Muchos de los aspectos de este negocio, sobre todo el comercial, se basan en un comportamiento semanal del mercado. Y si tienes más semanas, tienes menos volumen en esas semanas específicas. Esta muy distribuido. Inclusive con una curva chata. Tienes una oferta bien chata, si la ves de lejos. De todos modos, cuando hay mayor producción siempre habrá un impacto sobre el precio; pero el impacto no ha sido tan dramático en el panorama arandanero peruano. En todo caso, hay varios otros factores que ayudan o entorpecen la ‘performance’ del precio. Por ejemplo, si el hemisferio norte sale con una producción muy tardía, que acaba después de lo esperado, se traslapa con el inicio de Perú, y no se genera esta sensación de vacío que generalmente dispara la demanda. El abastecimiento constante del mercado también tiene otra ventaja, que tiene que ver con disminuir la volatilidad. Es un mercado un poquito más aburrido, pero menos estresado, a sabiendas de que la oferta es consistente, hasta determinado nivel, claro, porque esta situación no será infinita. Hasta cierto punto, estamos hablando de un efecto saludable en el mercado. No vas a obtener un precio exageradamente alto, me refiero a insostenible en el tiempo, pero tampoco vas a tener un precio que no te permita vivir, que no te permita hacer un buen negocio. Como que todo el mundo se ve beneficiado con un abastecimiento consistente y constante.
SEPTIEMBRE Y OCTUBRE SIGUEN SIENDO LOS MESES MÁS ATRACTIVOS
Según Bentín, a juzgar por las dos últimas temporadas, el negocio para Perú ha sido más atractivo entre las semanas 35 y 42 (desde la segunda semana de septiembre a la segunda o tercera semana de octubre). Son en esas fechas donde los mercados han demandado más fruta. Precisamente, los precios FOB durante esas semanas en EE UU bordean US$8/kg. Luego, en diciembre, los precios tienden a disminuir, aunque Perú precisamente está creciendo en esos meses y también en enero. “Estamos invadiendo una ventana que era casi exclusivamente chilena. Y el nivel de competitividad que estamos desarrollando en el Perú –gracias a la condición de arribo, consistencia en oferta, ausencia de factores exógenos que interrumpan el suministro del mercado, como el caso de las heladas o lluvias excesivas–, nos pone en una posición amenazante para la oferta chilena”, afirma Bentín.
–¿Qué debiera hacer la industria peruana para que el negocio sea atractivo en aquellos meses en que no lo es?
–Lo natural es que los precios de un producto que madura en el mercado, empiecen más altos y terminen más bajos. En todos los frutales pasa igual. Los que consiguen salir más temprano con un buen producto afectan directamente a la oferta y la demanda; poquita oferta, mucha demanda, y así todo se va equilibrando; y mucha oferta puede bajar el precio. En relación al arándano peruano, se habla de un crecimiento en hectáreas importante. Las proyecciones apuntan a que se llegará a las 14.000 hectáreas; hace año y medio eran 8.000, y ahora estamos como en 10.000, a nivel nacional. Hay que verificar si ese crecimiento es íntegramente expansión de frontera agrícola, o también es sustitución de variedades. Porque si te guías por la estadística de importación de arándano, o por producción de plantas de arándano, puede ser engañoso; puede ser que alguien sustituya sus 1.000 ha con otra u otras variedades.
–¿Cuál es el precio base para que el negocio sea rentable?
–El crecimiento nunca va a ser inocuo sobre el precio. Pero ahora vamos a ir viendo cómo el valor se va a empezar a generar por las características propias de la fruta. En Inglaterra, en los supermercados, colocan en el ‘clamshell’ no solo el origen, sino también la variedad; porque el consumidor ya empieza a buscar determinada variedad, de una determinada región. Estas son algunas señales; el mercado se empieza a volver más informado, más demandante por algo en particular; empezamos ahora una carrera por la calidad.
–¿Qué busca el consumidor? Y por ende, ¿qué busca el productor y el genetista?
–Tamaño, sabor, productividad, precocidad, experiencia de consumo, crocancia, buen ‘bloom’, a eso un productor le añade la tolerancia a condiciones difíciles y que sea mecanizable. Hay un montón de características que los desarrolladores de variedades buscan para proveer al productor, con el objetivo de hacerlo más competitivo.
Ventajas productivas
“Una ventaja que tenemos como país, es la precocidad que tienen las plantas para producir; en siete meses tus plantas pueden estar produciendo; si quieres recambiar variedades, de forma gradual, lo puedes hacer rápidamente, casi sin tener bajones en producción. Entonces, el recambio varietal, fuera del costo, es muy fácil en términos productivos. Al año, en Perú, con el arándano, ya tienes una productividad comercial que te permite trabajar”, explica Bentín.
UN MONTÓN SEGUIRÁ SIENDO DEL MONTÓN
–¿Cómo ves que está cambiando el tema varietal? ¿Cuál será la composición en un par de años?
–El tema varietal es muy importante por lo que decía: vas a tener una oferta grande, en la que el montón seguirá siendo el montón. Evidentemente, uno tiene que ser lo más productivo posible al menor costo posible y con la mayor calidad. Fall Creek es el vivero más importante del mundo. Además de genetista, son un vivero y tienen una gran relevancia en la industria. Son referentes en muchos temas relacionados a los arándanos. Hay programas australianos que hasta donde sé son los mejores. En el caso de algunas variedades, hay licenciatarios regionales, tanto para producción como para venta; hay unas variedades que solo ciertas empresas pueden comercializarlas en ciertos mercados, tienen esa exclusividad. Realmente hay unas variedades sorprendentes…
–¿Cuál es el techo de crecimiento de la demanda a nivel global? ¿Cómo Perú puede satisfacer a esa demanda?
–La demanda siempre tiene techo, para cualquier cosa. Sin embargo en el interés por el arándano, convergen un montón de tendencias en un solo producto: los beneficios que tiene para la salud, por ejemplo, para la hipertensión, el síndrome metabólico, las enfermedades coronarias … Pero numéricamente, no sé hasta dónde puede llegar el techo de la demanda, porque los esfuerzos promocionales del arándano, a través de diversas asociaciones locales y globales, están bastante bien alineados, en el objetivo de promover el consumo de arándanos en el mundo. EE UU es un muy buen ejemplo de un mercado de arándanos maduro; es el principal productor del mundo, y el principal importador del mundo; es el mercado más importante, donde el Perú manda entre el 45% y el 55% de su volumen. En Asia donde todavía estamos en proceso de crecimiento, de conocer más esa cadena, donde el arándano es uno de los productos con mayor crecimiento e interés en su consumo.
–¿Deberíamos concentrarnos en mejorar en EE UU o ver más a Asia?
–Bueno a China ya exportamos. Pero deberíamos prestar atención a Corea, Japón, India, Taiwán… Pero el esfuerzo debe ser intenso en todos los mercados. Porque otros de los factores para garantizar la prevalencia saludable, no solo de la oferta actual sino del crecimiento a futuro, es la apertura de mercados. Mientras a más mercados tengas acceso, más estable va a ser la industria; tienes más válvulas a donde salir; empieza a clasificarse el producto: calibre a tal mercado, poco color, mucho color, a otro…
Crecimiento en conjunto con empresa de EE UU
Valle y Pampa seguirá creciendo en arándano. A las 43.5 ha que tienen hoy en día, se añadirán este 2020, 100 ha, en sociedad con una empresa americana. “Esa superficie será de variedades patentadas. Llegaremos a crecer hasta las 400 ha”, precisa Bentín.
CHINA QUIERE FRUTA GRANDE, CON MUCHO ‘BLOOM’ Y BUEN SABOR
–¿Cuáles son las características que prefieren en Asia?
–China es el mercado más exigente. Ellos exigen fruta grande, con mucho bloom, y buen sabor. Se nota la diferencia entre una que tiene esas características y una fruta común. Cuando pagan; la diferencia es abismal. Si tienes esas características ideales para el mercado chino, la estabilidad de precio se puede ver poco afectada por el volumen de la oferta.
–¿Pagan más que en EE UU?
–No me atrevería a decirte. ¿Qué priorizas cuando vendes algo? ¿US$40 hoy y US$5 el resto de la semana? ¿O US$18 todos los días? El apunte a un buen promedio de retorno, te hace también manejar más saludablemente tu negocio. La especulación siempre es una oportunidad, pero personalmente no considero que basar tu negocio en la especulación sea lo más indicado.
–Entonces, ¿que debiéramos hacer para no perder la competitividad ganada?
–Yo soy más de dejar hacer el mercado. Al fin y al cabo, es el más sabio de todos los consejeros, y te enseña a patadas. La calidad va a ser el ‘driver’principal de éxito de las empresas en el negocio cuando tienes un producto mucho mejor, y hay mucha oferta, se percibe mucho más el valor. Dentro de poco vamos a llegar a las 150.000 toneladas como país.
ARÁNDANOS EN EL SUR: LA VENTAJA DEL SABOR
En relación a los resultados de la última campaña de arándanos en Valle y Pampa, Miguel Bentín gerente general de dicha empresa familiar fundada a inicios del año 2008, dedicada a la producción y exportación de frutas y hortalizas frescas de alto valor, refiere que viene presentando una ‘performance’ productiva importante, en el marco de un mercado más retador. “Viene siendo una campaña exitosa”, afirma. Ya son tres años de consolidación de un campo de 43.5 ha, donde han conseguido exportar 730 toneladas que se producen entre los meses desde fines de julio a inicios de diciembre.
“Hemos estado más fuertes en Asia que en otras temporadas. Cuando empiezas muy temprano y los mercados más cercanos como Europa y EE UU no están activos porque tienen todavía producto doméstico, China viene a ser una alternativa viable. Nuestra estrategia, por tamaño y enfoque, es despachar a China al inicio. Luego vamos saliendo de China, a medida que se activan los mercados más cercanos. Esta es una evaluación que podemos hacer porque no tenemos tanto volumen como otros; podemos hacer una colocación un poquito más dirigida, con menos movimiento y ventanas más puntuales”, explica.
–¿Siempre hablamos de envíos marítimos, cierto?
–Una de las ventajas del Perú es su gran ‘performance’ en envíos marítimos, que nos hace muy competitivos en términos de transporte. Eso no quiere decir que tengamos la logística más eficiente localmente. Es muy deficitaria nuestra estructura logística, todavía. Pero más del 90% del arándano del Perú sale por vía marítima, casi desde el inicio. Hemos transformado una industria que tenía una cuota de aéreos muy grande, a una industria de marítimos. Nosotros tenemos un producto que no sufre en su proceso productivo, en su proceso de crecimiento, y eso es gracias a la ventaja comparativa del clima. Esa consistencia nos da un producto, en promedio, que tiene muchas piernas, mucha capacidad para viajar.
–¿Cómo se inserta Valle y Pampa hoy en el negocio?
–Bueno, nosotros somos muy pequeños. ¿Qué tenemos como ventaja? La ubicación. Estamos en una zona que naturalmente produce fruta de excelente sabor, en cualquier variedad. Biloxi, Emerald, Spring High, Ventura… Trabajamos con esas variedades, y estamos probando otras nuevas. Y coincide que todas tienen mejor sabor en el sur del Perú que en otros lugares. Además, en el sur del Perú, el desarrollo del arándano ha sido muchísimo menor. El 1% o 2% del arándano peruano viene de Ica; mientras que de Trujillo y Lambayeque viene el 85%.
–¿Entonces la calidad es mejor en Ica?
–Nosotros estamos en Pisco, pero en el desierto de Humay, que tiene un clima muy parecido al de Villacurí, cerca a Ica… Entonces, sí, tenemos esa ventaja del sabor. Por otro lado, y esto no sé si es una ventaja o desventaja, nosotros estamos entre los primeros que plantamos arándanos con fines comerciales en la costa del Perú; empezamos los ensayos en el año 2010, con Biloxi. Por edad, todavía las variedades nuevas como Emerald, están dando resultados menores, teniendo en cuenta que tienen dos años produciendo. La que mejor nos rinde es Biloxi, más o menos, alrededor de las 18 t/ha; como es la que funcionó para el arranque, la gente va con lo que funciona; es noble, tiene tolerancia, aunque siempre con la complejidad del arándano, obviamente. Pero hoy día cada vez va a haber menos Biloxi; los productores van a empezar a migrar a variedades que tengan mejor productividad, facilidad de cosecha, características físicas que favorecen una producción más eficiente.