Hongos entomopatógenos, una opción biológica para superar las barreras de la agroexportación
Efectivos en el cultivos hortícolas para el control de gallinas ciegas y plagas foliares como larvas de lepidópteros, áfidos y moscas blancas, poco a poco van ganando terreno en la industria agrícola, aunque es cierto que aún hay agricultores que ‘desconfían’ de sus usos.
Áfido atacado por la acción de un hongo entomopaógeno.
Con el mercado agrícola está en un punto de inflexión, los hongos entomopatógenos como Beauveria bassiana, Isaria fumosorosea, Metarhizium anisopliae y Hirsutella thompsoni; son opciones biológicas para el control de plagas y la disminución de la carga química en los alimentos.
A pesar de esto, la adopción de estos productos biológicos se enfrenta a la falta de conocimiento que retrasa su implementación en México. Para Braulio Lemus, ingeniero agrónomo especializado en parasitología y magíster en producción agrícola por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, la escasa aplicación de biológicos es por falta de conocimiento.
“Los productores y técnicos los conocen, pero es probable que no conozca la forma de actuar”, sostiene, descartando su uso, pues los consideran como químicos “y esperan efectos como si fueran control químico, además que esperan que actúe igual de rápido que un insecticida químico”, añade sobre unas herramientas que aún están en desarrollo. Pero que el experto vaticina: “Esto ya empezó, es una tendencia que no parará”.
Se trata de hongos benéficos y emparentados con los hongos parásitos. Es decir, no causan enfermedades para las plantas, pero sí contra insectos o ácaros. “A las plantas no les afectan en nada. No son hongos específicos, sino generalistas. Hoy en día se sabe más de ellos y se debería conocer más para sacarles mayor provecho”, advierte.
Hay varios y desde hace un buen tiempo se comercializan algunos como B. bassiana, I. fumosorosea, M. anisopliae e H. thompsonii. Los más usados son los primeros dos, B. bassiana y M. anisopliae, porque son los más comunes, ampliamente distribuidos y comercializados en el mundo. De estos le siguen en importancia el I. fumosorosea e H. thompsonii.
“Hoy los hongos entomopatógenos se formulan y se comercializan a la par que cualquier agroquímico. El productor tiene al alcance este tipo de productos como cualquier insecticida químico que existe. Los comercializan un sinfín de empresas en México, ya es más fácil adquirirlos. Hace 20 años era complicado encontrarlos”, explica el experto.
-¿Hoy en nuestro país se usan? ¿En que cultivos?
-Se están aplicando principalmente en cultivos de solanáceas como el tomate, chile y cucurbitáceas. Se utiliza en el grupo de plantas con mayor extensión en México.
-¿Qué características tienen los hongos y qué plagas se combaten?
Estos hongos son habitantes del suelo. Sin embargo, la extracción se da en dos sitios: en el suelo, donde se buscan insectos infectados, si hacemos aislamientos. También en el follaje porque al igual que las enfermedades sus esporas están en el viento en el agua salpica y pueden contagiar algún insecto que está en la parte de foliar. Entonces se emplean en plagas muy comunes del suelo como gallinas ciegas (Phyllophaga spp.), una plaga de todos los cultivos incluyendo los hortícolas. Además de plagas foliares como larvas de lepidópteros como áfidos (Aphidoidea); moscas blancas (Bemisia tabaci Gennadius) contra trips (Scirtothrips dorsalis), eso serían los focos en los cuales están dirigidas estas plagas tanto en la parte de suelo como en la parte superior.
ACCIÓN EN EL FOLLAJE Y EL SUELO
-¿Cómo funcionan este tipo de hongos?
-Los hongos entomopatógenos actúan en el follaje y en el suelo. Al aplicarlos por aspersión en el follaje, las esporas se dispersan a través del viento y el agua hasta hacer contacto con el hospedero. Por ejemplo, con la mosquita blanca en el follaje. Al tocar el cuerpo, los hongos se pegan, activan y penetran e invaden los tejidos. Los hongos se alimentan y nutren de los fluidos de la mosquita blanca. Al mismo tiempo, los fluidos sirven de medio de cultivo. Posteriormente, si hay condiciones favorables de temperatura y humedad, el insecto colapsa y empieza a liberar esporas de hongos para repetir el ciclo en el suelo o viento. Si es el suelo con un problema radicular, la aplicación de la formulación debe cubrir las raíces. Si caen larvas en el suelo tendrán contacto con las esporas y se contagiarán.
-¿Qué problemas se trata de dar respuesta hoy con hongos entomopatógenos en cultivos hortícolas?
-Uno de ellos es la resistencia a los insecticidas. Es un fenómeno muy real en México y en muchas partes del mundo. El uso de hongos entomopatógenos viene a liberar un tanto la problemática relacionada con el mal uso de los químicos, la resistencia y cómo logramos disminuirla. En las plagas foliares, si bien los entomopatógenos compiten al mismo nivel con los químicos-sintéticos, el problema con los últimos es la afectación a los polinizadores como las abejas. En el caso de plagas del suelo, las moléculas que iban al suelo ya no se utilizan. El Carbofurano o Furadan ya no se usa o está de salida en el mercado por su residualidad. En este sentido, el uso de entomopatógenos viene a resolver ese gran problema
-¿Es un tema de restricciones de los mercados?
-Con la exportación, hay esquemas de regulación en todo el mundo, no solamente en México. Esto involucra la disminución de la carga química en los alimentos, de las moléculas químicas, que exigen los mercados internacionales. Los principales compradores de alimentos son los europeos, asiáticos y americanos quienes demandan alimentos más sanos. Para comprar, los países europeos y asiáticos imponen restricciones más fuertes que los americanos por lo cual, el control de agroquímicos en los alimentos es una tendencia de comercialización.
Hace 20 años era muy complicado encontrar un producto biológico en el mercado. En la actualidad es sencillo, por que hay más competencia.
EN MÉXICO EL PRODUCTOR AÚN DESCONOCE SU FORMA DE ACTUAR
-Con respecto a las regulaciones ¿Qué está pasando en México?
-En México pienso que falta mucha difusión para el conocimiento de estas herramientas. Es frecuente que el productor no conozca la forma de actuar, incluso los técnicos, porque recomiendan los hongos entomopatógenos como si fueran control químico y recomiendan el producto y esperan que actúe igual de rápido que un insecticida químico. Entonces, al no ver esos resultados, por falta de conocimiento, el productor piensa que no están funcionando. Una razón de la falta de confianza de los hongos es que esperan un efecto de tipo sintético. El rol de las empresas más jóvenes será captar más público, eso será bueno para la adopción de estas herramientas ante las restricciones de las moléculas químicas donde la principal razón es cuidar la salud humana. Esto ya empezó, es una tendencia que no parará.
-¿Cuáles son las condiciones para una buena aplicación?
-El hongo es una espora, un ser vivo y el sol es su peor enemigo. Si no se tienen las mejores condiciones de humedad para la aplicación o si ésta se hace en momentos de radiación intensa o temperaturas elevadas, los hongos morirán. Es decir, no hay que usarlos en condiciones climáticas desfavorables: alta radiación o temperatura. Sin una buena aplicación o de manera inadecuada, sin un buen cubrimiento del follaje, probablemente no alcancen a entrar en contacto con la plaga. Y si se aplica en el día, es probable que no tengan contacto y el hongo muera. Para que el producto cumpla con su trabajo y alcance a los insectos, lo toque y comience a germinar, crecer, penetrar y alimentarse del hospedero. Esto dependerá de las condiciones de las aplicaciones.
-¿Qué debe tener en cuenta un productor o técnico al momento de usar estos hongos?
-Hay que cuidar la compatibilidad. Es decir, evitar usar hongos entomopatógenos y fungicidas al mismo tiempo o con aplicaciones cercanas. No está demostrado aún, porque depende de la cepa, cada cepa es distinta, aunque algunas son más sensibles que otras a determinados fungicidas. Hay quienes aseguran que Beauveria es compatible con algún fungicida. Tal vez esa cepa lo sea, pero otras no. No se dice mucho en este ámbito, todavía se desconoce o no se divulga. Pero las cepas juegan un papel importante en la eficiencia incluso en la compatibilidad. Para evitar este eventual problema de compatibilidad, es recomendable guardar distancia entre las aplicaciones de hongos y fungicidas. Por ejemplo, si ambos entran en contacto habrá una presión de infección de la espora hacia la plaga. Por lo que es recomendable aplicar los fungicidas de 3 a 5 en adelante. La aplicación del fungicida no debe hacerse al mismo día, ni al día siguiente.
-¿Los productores hortícolas creen en ellos?
Los productores conocen los hongos entomopatógenos, pero su uso todavía no es masivo precisamente porque se desconocen sus efectos. A medida que se conozcan más, cómo actúan, los beneficios y cómo no debemos usarlos y demostrar su eficiencia. Creo que a medida que hablemos más de ellos se fortalecerá el uso. Los productores y técnicos los conocen, pero falta que sepan cómo funcionan y cómo aplicarlos. Sobre todo, que comprenda que los hongos entomopatógenos no matan las plagas en tres horas, o en un día. Con los hongos es posible que vean la larva, pero debe advertir que ya hay menos daños porque ya no se alimenta. En comparación con hace diez años, son accesibles: hay químicos más caros que los hongos entomopatógenos, por ejemplo, en los chupadores. Es caro porque alcanza mucha superficie. Los hongos han reducido su precio porque más empresas los formulan.