Sin miedo a innovar y hacia un futuro sostenible
Con un enfoque especial en la calidad, la innovación varietal y la sostenibilidad, un panel de expertos abordó los retos productivos del kiwi en Chile. Asimismo, se discutió la necesidad de adaptar las prácticas agrícolas a las exigencias del mercado global.
De izquierda a derecha: Carlos Cruzat, presidente del Comité del Kiwi; Cristián Mozo, gerente de producción de Agrícola Verfrut; Sergio Urzúa, gerente de producción de Frutícola Alessandrini; Christian Abud, director gerente de Abud & Cía; Hugo Poblete, gerente agrícola de Sofruco; y Jordi Casas, director técnico de Caducos SpA y moderador del panel.
“Hoy no se puede hacer un proyecto de kiwi amarillo en Chile sin al menos cinco años de estudio”, afirma Cristian Abud, subrayando la importancia de la investigación y el desarrollo antes de realizar inversiones significativas en nuevas variedades. No es lo único, porque además se debe capacitar a los productores en el manejo de una nueva variedad.
Este enfoque no solo es crucial para asegurar la viabilidad económica de los proyectos, sino también para cumplir con las crecientes expectativas de los consumidores globales, que buscan productos de alta calidad y sostenibles. “Debemos ser responsables y estratégicos en la selección de variedades y en la planificación de huertos”, insiste, advirtiendo y subrayando que los errores del pasado no deben repetirse.
En este sentido, el asesor y productor hizo un llamado a los demás productores para que prioricen la calidad sobre la cantidad, en un contexto global que apunta hacia una alimentación más saludable y consciente ha incrementado la demanda de productos de alta calidad. Lo anterior es importante porque eleva la presión sobre los productores para cumplir con estándares más estrictos. Este cambio en la demanda del consumidor representa una oportunidad para los productores chilenos de kiwi, quienes pueden diferenciarse en el mercado global al ofrecer productos de calidad superior.
Además, Abud destacó la importancia de la planificación a largo plazo en la producción de kiwi, especialmente en un contexto donde las condiciones climáticas son cada vez más variables. La planificación meticulosa y basada en datos es esencial para asegurar que los proyectos de kiwi sean sostenibles y rentables a largo plazo. “La inversión en investigación y desarrollo no es un lujo, sino una necesidad para la industria del kiwi en Chile”, remarca, sobre un rubro que se enfrenta, como también pasa con otros, a un entorno cada vez más competitivo y desafiante.
La necesidad de adaptarse a las exigencias de un mercado global en constante cambio es evidente. Los consumidores son cada vez más conscientes y exigentes en cuanto a la calidad de los productos que consumen, lo que obliga a los productores a elevar sus estándares de producción. Además, las condiciones climáticas, que varían significativamente en las distintas zonas productoras de Chile, requieren una planificación meticulosa y el desarrollo de tecnologías y prácticas agrícolas innovadoras, fueron algunos de los retos abordados en un panel de expertos que tuvo al asesor Jordi Casas como moderador.
EL ’TERROIR’ TAMBIÉN ESTÁ PRESENTE EN FRUTICULTURA
Complementando la perspectiva de Abud, Hugo Poblete, gerente de producción agrícola de Agrícola Sofruco abordó la importancia de un análisis exhaustivo del suelo como primer paso para asegurar el éxito de las nuevas plantaciones. Poblete propuso dos métodos para el análisis del suelo: el muestreo sistemático y el uso de sensores proximales. “El conocimiento del suelo es la base sobre la cual se construye una producción exitosa”, afirmó.
“Cada campo tiene características únicas, por lo que es crucial entender estas particularidades para evitar errores en el uso de insumos y maximizar la calidad del cultivo”.
Poblete subrayó que el éxito en la producción de kiwi comienza con un conocimiento profundo del suelo en el que se cultiva. A través del muestreo sistemático, los productores pueden obtener una visión detallada de las características del suelo en sus huertos, lo que les permite hacer las enmiendas necesarias de manera precisa. Esto no solo mejora la calidad del cultivo, sino que también puede aumentar la rentabilidad al optimizar el uso de recursos.
Asimismo, planteó el concepto de ‘terroir’ en la fruticultura, argumentando que cada terreno debe ser tratado de manera individual para maximizar su potencial. “Debemos trabajar en sintonía con el ‘terroir’, afirmó Poblete, destacando que este enfoque personalizado no solo mejora la calidad de la fruta, sino que también contribuye a la sostenibilidad de la producción. Señaló que la diversidad de suelos en Chile requiere un enfoque flexible y adaptativo, similar al que se aplica en la viticultura, donde esta técnica es un factor determinante en la calidad del vino.
Este enfoque en la particularidad de cada terreno también tiene implicaciones significativas para la rentabilidad. Al adaptar las prácticas agrícolas a las características específicas de cada parcela, los productores pueden maximizar el rendimiento y la calidad de sus cultivos.
SELECCIÓN DE VARIEDADES Y CUIDADOS EN NUEVAS PLANTACIONES
Cristián Mozo, gerente de producción de Agrícola Verfrut, compartió también su experiencia en la disposición de kiwis en las zonas de Linares y Talca, destacando la importancia de la selección de plantas robustas y bien adaptadas a las condiciones locales. “Una planta que no tenga uva prefiero pasar y plantar la siguiente”, comentó Mozo, sugiriendo que es mejor esperar a tener una planta robusta que garantice un buen inicio, en lugar de apresurarse con variedades que podrían no ser adecuadas para las condiciones específicas de la zona.
Mozo subrayó que la paciencia en la selección de plantas puede resultar en un mejor rendimiento a largo plazo. Mozo también sostuvo que la preparación del suelo es fundamental, añadiendo que la elección de variedades adecuadas es importante, sobre todo entre aquellas que estén bien adaptadas al entorno local. “Es esencial buscar una planta robusta que tenga buena masa para manipular y un buen tronco para que pase un buen invierno”, concluyó Mozo. Este enfoque no solo mejora la tasa de supervivencia de las plantas, sino que también contribuye a una producción más uniforme y de alta calidad.
La selección de variedades es un aspecto crítico en la producción de kiwi, señalaron los expertos. Las variedades predominantes han sido el kiwi verde variedad Hayward y últimamente el kiwi amarillo, que ha ganado popularidad en los últimos años debido a su rentabilidad y demanda en el mercado internacional. Sin embargo, la industria local está viendo un cambio hacia la introducción de nuevas variedades que puedan ofrecer ventajas competitivas-, tanto en términos de calidad como de resistencia a enfermedades y condiciones climáticas adversas.
Mozo destacó además la importancia de la innovación en la selección de variedades. Aunque las variedades tradicionales han demostrado ser exitosas, es crucial que los productores estén abiertos a probar nuevas variedades que puedan ofrecer mejores rendimientos o características más deseables en el mercado. “No debemos tener miedo de innovar”, señaló Mozo, “pero esa innovación debe estar respaldada por un análisis riguroso y una planificación cuidadosa”.
Sergio Urzúa, gerente de producción de Frutícola Alessandrini enfatizó que la introducción de nuevas variedades de kiwi debe ir acompañada de un análisis riguroso y de un estudio de mercado previo. “Hemos tenido varias variedades amarillas, verdes y rojas, todas con un atractivo significativo, pero el verdadero desafío radica en la capacidad de respaldar estas variedades con los estudios necesarios”, comentó. Afirmó que la industria debe ser consciente de que la incorporación de nuevas variedades no es un proceso inmediato y requiere tiempo para evaluar su rendimiento y aceptación en el mercado.
Urzúa también destacó la necesidad de un enfoque más científico en la producción de kiwi, sugiriendo que los productores deben colaborar con expertos en investigación para asegurar que las nuevas variedades sean viables y competitivas. “No podemos permitirnos decisiones apresuradas; necesitamos datos que respalden nuestras elecciones”, subrayó.
LA IMPORTANCIA DEL POLEN EN LA POLINIZACIÓN: ASEGURANDO LA PRODUCTIVIDAD
Uno de los aspectos discutidos en el panel fue la polinización y la importancia de las flores masculinas para asegurar una buena cosecha. Hugo Poblete destacó que el primer 50% de las flores es más riguroso y necesita menos contenido de semillas, mientras que el último tercio enfrenta más desafíos. “Plantar machos en media hectárea es el mejor seguro”, afirmó Poblete, subrayando la importancia de la polinización adecuada para maximizar el rendimiento.
La polinización es un proceso crítico en la producción de kiwi, y la elección de flores masculinas adecuadas es esencial para asegurar una producción exitosa. Las variedades polinizantes como Matua, Tomuri, Chieftain y Chico Male desempeñan un papel vital en este proceso, de acuerdo al experto. Estas variedades masculinas no solo ayudan a aumentar la tasa de polinización, sino que también aseguran una mejor calidad de la fruta.
La sincronización de la floración entre las variedades masculinas y femeninas es importante en este cultivo. Un desajuste en los tiempos de floración puede resultar en una polinización ineficiente, lo que afectaría la calidad y cantidad de la producción. Por lo tanto, es fundamental que los productores planifiquen cuidadosamente la disposición de las variedades en sus huertos.
Poblete también mencionó la importancia de la polinización cruzada en la mejora de la calidad de la fruta. Al utilizar variedades masculinas que florecen en diferentes momentos, los productores pueden asegurar una polinización más efectiva y uniforme, lo que a su vez mejora la calidad de la cosecha. “La polinización adecuada es la base de una producción exitosa”, concluyó Poblete.
REFLEXIONES FINALES Y FUTURO DE LA INDUSTRIA: HACIA UNA PRODUCCIÓN SOSTENIBLE Y RENTABLE
El panel concluyó con una reflexión sobre el futuro de la industria del kiwi en Chile, destacando la importancia de adoptar prácticas sostenibles que no solo mejoren la rentabilidad, sino que también aseguren la viabilidad a largo plazo del cultivo. Hugo Poblete sugirió que los productores deben ir más allá de simplemente medir la producción en kilos por hectárea y comenzar a visualizar los resultados de manera gráfica, utilizando herramientas de software de gestión agrícola que permitan un monitoreo y análisis en tiempo real.
Poblete destacó que la sostenibilidad debe ser un objetivo central para la industria, no solo por razones ambientales, sino también porque los mercados globales están cada vez más interesados en productos que se cultivan de manera responsable. “El mercado global no solo exige calidad, sino también sostenibilidad”, afirmó Poblete. La implementación de prácticas agrícolas sostenibles, como la reducción del uso de químicos y el manejo eficiente del agua, no solo es esencial para proteger el medio ambiente, sino que también puede mejorar la competitividad de los productos chilenos en el mercado internacional.
La colaboración entre productores, investigadores y expertos será clave para enfrentar los desafíos del futuro. Poblete insistió en que el intercambio de conocimientos y la cooperación entre todos los actores de la cadena de valor son esenciales para desarrollar soluciones innovadoras y efectivas. “El futuro de la industria del kiwi en Chile depende de nuestra capacidad para innovar y colaborar”, concluyó.
Con un enfoque renovado en la calidad, la innovación y la sostenibilidad, los productores chilenos de kiwi están bien posicionados para enfrentar los retos del futuro y aprovechar las oportunidades que se presenten. La combinación de innovación varietal, prácticas agrícolas adaptadas a las características específicas de cada terreno y un compromiso con la sostenibilidad será clave para el éxito continuo de la industria del kiwi en Chile.
El panel de análisis de producción en el Kiwi Day 2024 no solo proporcionó una plataforma para compartir conocimientos, sino que también sirvió como un llamado a la acción para los productores chilenos de kiwi. La industria enfrenta desafíos significativos, pero con un enfoque en la investigación, la calidad y la sostenibilidad, hay un camino claro hacia un futuro próspero.