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El impacto de AMTEC en los pequeños agricultores de Caucasia, Antioquia

Las cifras lo demuestran: los productores arroceros que han adoptado tecnologías innovadoras han visto un aumento en la productividad y una reducción de los costos, mejorando su competitividad. Un caso destacado es el de Nury Gómez, cuyo éxito sobresaliente la ha convertido en una líder comunitaria.

10 de Septiembre 2024 Patricia de Jesús López, ingeniera agrónoma de Fedearroz
El impacto de AMTEC en los pequeños agricultores de Caucasia, Antioquia

Nury Gómez, productora de arroz en su parcela La Milagrosa, Hacienda La Uribe, Caucasia.

El Programa de Adopción Masiva de Tecnología (AMTEC) es un modelo diseñado para mejorar la competitividad y rentabilidad de los productores arroceros en Colombia. El cultivo de arroz resulta esencial para la seguridad alimentaria y la economía rural del país, especialmente para los pequeños agricultores que forman una parte significativa de la cadena productiva.

En respuesta a desafíos como el acceso limitado a tecnología, falta de maquinaria y altos costos de producción, la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz) implementó AMTEC en 2012. Este programa busca transformar las prácticas agrícolas en regiones como el Bajo Cauca Antioqueño, donde el 29% de los agricultores posee parcelas de menos de 5 hectáreas y enfrenta bajos rendimientos, con un promedio de 3,8 toneladas por hectárea (t/ha), en secano, muy por debajo del potencial productivo del cultivo (Fedearroz & DANE, 2023).

El programa AMTEC se enfoca en elevar la competitividad del arroz colombiano a nivel global y mejorar la calidad de vida de los productores, cubriendo todo el ciclo productivo con prácticas agronómicas basadas en un manejo integrado eficiente que represente mayores ingresos. Su adaptabilidad a las necesidades y recursos específicos de cada agricultor es una de sus características distintivas.

El análisis de suelos permite una aplicación más precisa y efectiva de fertilizantes.

PROGRAMA DE ADOPCIÓN MASIVA DE TECNOLOGÍA, AMTEC

La adopción masiva de tecnología utiliza diversas metodologías para la transferencia efectiva de conocimientos, destacando el enfoque de productor a productor. Este método valora a los agricultores experimentados como agentes de cambio, facilitando la difusión de prácticas exitosas adaptadas a las condiciones locales. A través de talleres, demostraciones en campo y reuniones comunitarias, los agricultores líderes comparten sus experiencias y conocimientos, promoviendo la adopción de tecnologías innovadoras (Fedearroz 2012).

Los resultados en la zona del Caribe Húmedo, específicamente en el Bajo Cauca, han sido notables. Los agricultores que han adoptado prácticas AMTEC han visto un aumento en la productividad, con un rendimiento medio de 5.263 kg/ha en 2022, comparado con 4.505 kg/ha en el promedio de la zona. Esto representa un incremento del 44% en la productividad. Además, AMTEC ha mejorado la competitividad de los agricultores al reducir los costos de producción de 306 USD a 240 USD por tonelada de paddy seco, un 22% menos. La adopción de prácticas AMTEC en el Caribe Húmedo ha alcanzado el 36% del área sembrada, demostrando un creciente reconocimiento de sus beneficios entre los agricultores de la región.

NURY: HISTORIA DE ÉXITO EN MANOS DE UNA MUJER

Nury Judith Gómez, una agricultora de 68 años, originaria de Puerto Claver (El Bagre), se estableció en Caucasia en 2006. Comenzó a cultivar arroz en 2014 en su parcela de una hectárea llamada La Milagrosa, en la Hacienda La Uribe.

Antes de AMTEC, Nury obtenía entre 4 y 5 toneladas por hectárea. Con las nuevas prácticas, sus rendimientos aumentaron a 6-8 toneladas por hectárea, reduciendo además el uso de insecticidas y fungicidas para promover una agricultura más sostenible. Su éxito la ha convertido en una líder comunitaria, inspirando a otros agricultores a adoptar prácticas eficientes.

PRÁCTICAS IMPLEMENTADAS

Diagnóstico y planificación. El diagnóstico inicial permitió a Nury identificar las limitaciones así como las necesidades específicas de su parcela, como la fertilidad del suelo y la presencia de plagas. La planificación adecuada asegura que todas las actividades agrícolas se realicen de manera oportuna y eficiente, optimizando el uso de recursos y minimizando riesgos.

Uso de semillas certificadas. Las semillas certificadas garantizan una alta tasa de germinación y vigor, lo que resulta en un establecimiento más uniforme y saludable del cultivo. Estas semillas también son resistentes a ciertas enfermedades y plagas, reduciendo la necesidad de aplicaciones químicas para mejorar la sostenibilidad del cultivo.

Reducción de la densidad de siembra. La densidad de siembra adecuada optimiza el espacio entre las plantas, permitiendo un mejor acceso tanto a la luz solar como a los nutrientes.

Control de malezas con preemergentes. El manejo de malezas resulta esencial en el cultivo de arroz, ya que compiten con el cultivo por nutrientes, agua y espacio. La utilización de herbicidas preemergentes para controlar las malezas antes de que emerjan asegura un desarrollo inicial adecuado del arroz, reduciendo significativamente la competencia desde el principio del ciclo de cultivo.

Nury aplica un promedio de 6,3 tratamientos con herbicidas, en comparación con 5,6 en la zona AMTEC y 5,8 en el promedio general. Aunque esto representa un aumento del 12,5% en el uso de herbicidas frente al promedio AMTEC, se trata de una práctica crucial para mantener el campo libre de malezas nocivas. Además, realiza en promedio 1,3 aplicaciones fungicidas y 0,8 insecticidas, manejando integralmente plagas y enfermedades (cuadro 1).

Comparativo de la cantidad de agroquímicos aplicados por ciclo productivo en la zona de influencia de Caucasia.

Aunque el uso de más herbicidas incrementa los costos, este control efectivo asegura que el cultivo de arroz maximice su acceso a recursos como nutrientes y agua, lo que facilita la plena expresión de su potencial productivo, resultando en un aumento significativo del rendimiento.

Análisis de suelos y fertilización basada en resultados. El análisis de suelos constituye una herramienta fundamental para comprender la composición y necesidades específicas del suelo en la parcela. Este procedimiento permite una aplicación más precisa y efectiva de fertilizantes, asegurando que las plantas reciban los nutrientes necesarios en las cantidades adecuadas, en el momento oportuno, aspecto crucial para mejorar el crecimiento y desarrollo del cultivo.

Nury implementa una estrategia de fertilización dirigida a alcanzar un rendimiento mínimo de 6,5 t/ha, aplicando más nutrientes que el promedio de la zona AMTEC, como se ve en el cuadro 2: 16% más de nitrógeno (N), 24% más de fósforo (P) y 80% más de potasio (K). Estos incrementos son vitales para maximizar la productividad, fortaleciendo el crecimiento vegetativo, el desarrollo de raíces y la resistencia a enfermedades, lo que mejora la calidad y el rendimiento de los granos.

Comparativo de la cantidad de nutriente aplicado, kg/ha.

Monitoreo y control etológico. El monitoreo constante del cultivo juega un rol crucial para la gestión eficiente de plagas y enfermedades. Este enfoque permite detectar tempranamente los problemas e implementar medidas preventivas antes de que causen daños significativos. El control etológico, utilizando herramientas como feromonas, permite gestionar las poblaciones de insectos fitófagos de manera eficaz.

Nury lleva a cabo un promedio de 0,8 aplicaciones de insecticidas, menos que el promedio de 1,3 aplicaciones en la zona AMTEC y 1,1 en el promedio general, reflejando la eficacia del control etológico. Además, realiza 3,0 fertilizaciones y 2,8 aplicaciones de herbicidas, lo cual refleja un manejo integral y equilibrado del cultivo (cuadro 1). Esta reducción en el uso de insecticidas, además de disminuir los costos, reduce el riesgo de desarrollo de resistencias en plagas, contribuyendo a la sostenibilidad y seguridad alimentaria a largo plazo.

Preabonamiento. El preabonamiento es una práctica clave para asegurar que el suelo esté nutrido antes de la siembra, proporcionando una base sólida para el crecimiento del cultivo desde el inicio. En el cultivo de arroz, un buen arranque inicial es determinante para la salud y productividad del cultivo a lo largo de su ciclo.

Nury Gómez efectúa el preabonamiento 7,3 días antes de la germinación del cultivo, en contraste con el promedio de la zona AMTEC, donde la primera fertilización se realiza 11,3 días después de la germinación (cuadro 3). Este enfoque proactivo asegura que los nutrientes estén disponibles en el momento crítico de establecimiento del cultivo, lo que es fundamental cuando las plantas son más susceptibles a la competencia.

Comparativo de días de la primera fertilización después de la germinación del cultivo.

El preabonamiento fortalece las plántulas desde sus primeras etapas, promoviendo un crecimiento vigoroso y saludable. Esto aumenta la capacidad del cultivo para competir contra malezas, al establecerse más rápidamente y con mayor fuerza. Además, optimiza la capacidad de macollamiento del arroz, esencial para maximizar el rendimiento, ya que cada macolla puede convertirse en una panícula productiva. Al proporcionar los nutrientes necesarios desde el principio, el preabonamiento mejora el rendimiento potencial del cultivo al tiempo que reduce la necesidad de herbicidas adicionales.

Retención de humedad en el suelo. Implementación de técnicas de retención de humedad mediante la elaboración de caballones. Dado que Nury siembra en un sistema de secano, la retención de humedad es básica para asegurar el desarrollo adecuado del cultivo. Los caballones ayudan a retener el agua en el suelo, reduciendo la evaporación y asegurando que las plantas tengan acceso a suficiente humedad durante periodos secos. Esta práctica mejora la eficiencia del uso del agua para contribuir a la estabilidad de los rendimientos en condiciones de secano.

Comparativo de costos de por hectárea y por
tonelada de paddy
verde, primer semestre 2023.

BENEFICIOS OBTENIDOS

Desde la implementación del programa AMTEC, Nury ha conseguido resultados positivos en términos de rendimiento, competitividad y eficiencia de costos gracias a la adopción de prácticas agronómicas promovidas por AMTEC.

Incremento en el rendimiento. El rendimiento de Nury ha aumentado significativamente desde la implementación de AMTEC, alcanzando 6.883 kg/ha en promedio para el periodo 2019-2023. Esta cifra supera al promedio de otros agricultores AMTEC en la zona del Bajo Cauca, que es de 4,964 kg/ha (figura 1). La diferencia es de un 38,6% mayor frente a los demás agricultores AMTEC de la región. Representa una mejora del 86% en comparación al promedio de la zona, para los datos de 2023.

Reducción en el costo por tonelada producida. A pesar de que los costos totales por hectárea de Nury son más altos (5.686.553 pesos) en comparación con el promedio AMTEC (4.570.410 pesos) y el promedio de la zona (5.239.674 pesos), su alto rendimiento compensa esta inversión adicional. El costo por tonelada de paddy verde para Nury es de 676.970 pesos, significativamente menor que los 936.559 pesos del promedio AMTEC y los 1.416.128 pesos del promedio de la zona, representando una reducción del 28% y 52%, respectivamente.

Ahorros en insumos. La fertilización balanceada, basada en análisis de suelos, y el control eficiente de malezas, han optimizado el uso de insumos en la finca de Nury. Aunque ha gastado más en fertilización y protección del cultivo que el promedio AMTEC, la eficiencia en el uso de dichos insumos ha resultado en un mayor rendimiento y menor costo por unidad producida.

IMPACTO EN LA COMPETITIVIDAD

El aumento en el rendimiento y la reducción del costo por tonelada han hecho que la parcela sea más competitiva. Estos resultados no solo aumentan la rentabilidad de su producción, sino que también le permiten reinvertir en su finca, mejorar sus prácticas agronómicas y asegurar un futuro más sostenible. La experiencia de Nury demuestra que, con la aplicación adecuada de tecnología y conocimientos, los pequeños agricultores pueden competir efectivamente en el mercado.

El Programa de Adopción Masiva de Tecnología (AMTEC) ha comprobado ser una herramienta transformadora para los pequeños agricultores en Colombia, particularmente en regiones como el Bajo Cauca Antioqueño. La experiencia de Nury Gómez ilustra cómo la implementación de prácticas agrícolas avanzadas, basadas en datos, puede convertir una operación agrícola modesta en una empresa productiva competitiva.

Las cifras de Nury Gómez son un claro ejemplo del impacto positivo de AMTEC. Con un rendimiento promedio de 6.883 kg/ha, ha aumentado su productividad en un 38,6% en comparación con otros agricultores AMTEC de la región y en un 86% respecto al promedio general de la zona. Esto ha permitido reducir significativamente el costo por tonelada producida, mejorando la rentabilidad y fortaleciendo su posición competitiva en el mercado.

Bibliografía

Fedearroz. 2023. IV Censo Arrocero Nacional. Federación Nacional de Arroceros.

Fedearroz. 2012. Adopción masiva de tecnología “AMTEC”. Bogotá, Colombia.

Grupo Técnico Fedearroz-FNA. 2018. Adopción Masiva de Tecnología. 3-27.

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