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En escenarios de climas adversos

Se observa un menor tamaño de racimos en lo que va de la actual campaña

Si bien la fertilidad de las plantas puede ser mayor por un enfriamiento del clima, los tamaños de los racimos de uva de mesa estarían quedando entre medianos y pequeños en un gran porcentaje. El asesor y gerente agrícola de Saturno, Luis Garavito, explica que la tropicalización del clima originó una mayor presencia de yemas vegetativas que fruteras.

02 de Septiembre 2024 Equipo Redagrícola
Se observa un menor tamaño de racimos en lo que va de la actual campaña

El clima está más frío en Ica y en el norte del país. De ello, no hay duda. La expectativa entre los productores de uva de mesa era que en esta campaña haya mucha fertilidad de yemas y una gran producción de cajas de uva de mesa, luego de un año caliente y menores resultados comerciales. Sin embargo, las altas temperaturas han permanecido hasta inicios de otoño y esto habría generado un mayor desarrollo de los brotes en contra de la formación de racimos grandes en, sobre todo, variedades nuevas que suelen ser vigorosas, explica el asesor y gerente agrícola de Saturno, Luis Garavito.

En especial, menciona que en algunos campos de Ica se ha visto una mayor presencia de corrimiento de racimos. “En Ica no se repoda como en el norte, solo hay poda de producción. Por lo tanto, la formación de los racimos de la campaña del 2024 ocurrió en el 2023. Lo que se observa en la gran mayoría de empresas en el valle de Ica, es que hay un mayor porcentaje de corrimiento y hay una menor presencia de racimos. Además, hay un porcentaje alto, entre 30% y 40%, de racimos medianos y pequeños”, destaca.

Entonces, el problema raíz parte del año pasado, destaca. “El año pasado fue muy caliente no solo en el norte. Fue un año atípico. Los parrones brotaban mucho más temprano, las cosechas fueron tempranas, el desarrollo inicial de los brotes fue mucho más rápido y mucho más vigoroso. Y eso, más allá de un tema de manejo nutricional u hormonal, fue inducido más por un tema climático. A mayor temperatura, hubo mayor desarrollo brote”, resalta.
Esto trajo como consecuencia el desaarrollo de yemas con buena fertilidad, pero con mayor porcentaje de racimos medianamente definidos o indefinidos. Entonces, durante el proceso de podas de mayo y junio, muchos han visto con sorpresa que este no será un año tan normal, como el esperado, apunta. En todo caso, en cuánto impactará al resultado final de la campaña, menciona que eso aún es difícil de predecir.

Luis Garavito visitó la zona de invernaderos de Almería y considera que se puede hacer algo similar en Ica.

 

VINO EL FRIO

Frente al anuncio de temperaturas más frías por la presencia del fenómeno La Niña, comenta que en el camino, los productores se han dado con la sorpresa que los brotes estaban creciendo mucho y recién, entonces, se comenzó a quitar nitrógeno para, evitar la estimulación foliar. “En el momento de la diferenciación de la yema, los brotes estuvieron mucho más vigorosos y este proceso estuvo más dirigido a producir yemas vegetativas que yemas fruteras. Mejor dicho, en la época de verano de altas temperaturas, el parrón ha vegetado demasiado. Como resultado final, los racimos no han completado su normal ciclo de maduración”, explica.

Al no conformarse un buen racimo, considera que la condición es crítica. “Un racimo que viene malformado es como un bebito sietemesino que sin una incubadora, tiene menores probabilidades de prosperar”, explica.

Lamentablemente, señala que esto se observa en variedades tradicionales como en variedades patentadas, sobre todo, en aquellas que presentan muy buena fertilidad, como Ivory, Autumn Crisp, Sweet Globe o Sweet Favor. “Lamentablemente, en este momento que ya están brotando, se observan mayores porcentajes de corrimiento, racimos y también pérdida de racimos”, explica.

En el caso de Piura, hay mayores posibilidades de que esos racimos medianos o pequeños prosperen mejor, porque no tendrá las bajas temperaturas observadas en Ica. “Mientras que en Piura baja a 15 °C o 16 °C las temperaturas, en Ica se han registrado recientemente un poco menos de 6 °C. Entonces, bajo esas condiciones, un racimo que no viene bien formado, tiene muy pocas probabilidades a conseguir ser exportable”, apunta.

Variedades como Ivory, Autumn Crisp, Sweet Globe o Sweet Favor también presentaron problemas de corrimiento o maduración de yemas

RESULTADOS A LA VISTA

En general, el consultor considera que este será un año en que habrá una mayor presencia en las primeras etapas de poda de racimos medianos comparado con campañas anteriores en que no hubo ese problema. “La gente está tratando de proteger su campaña. Estamos hablando de que no se está botando nada de racimos hasta el raleo, hasta tener claro el panorama”, comenta. Por ejemplo, refiere que ha visitado campos en Ica con variedades Flame que cuentan con solo 20 racimos por planta, cuando deberían presentar entre 45 a 50 racimos por planta en estos meses. Algo similar ha observado en la variedad Allison que determinado campo solo presentaban entre 25 a 30 racimos cuando su potencialidad es de entre 60 a 70 racimos. “Esto ya no es una hipótesis, sino que son conteos al desbrote que es cuando comienzas a tener claro cuántos racimos vas a tener en campaña y cuántas cajas vas a sacar. Ahí comienza tu ecuación productiva. Esto se viene observando, sobre todo, en la primera etapa de poda de Ica, en todas las podas tempranas de mayo o de junio que ya están brotadas”, apunta.

ANALIZAR MEJOR CIERTOS RESULTADOS

Los análisis de yemas en los diferentes campos han mostrado buena fertilidad. Sin embargo, la fertilidad de laboratorio puede no tener una relación muy clara con la realidad, apunta. “Si nos daba en laboratorio un 50% de fertilidad, en campo se lograba un 49% o 51% en una Sweet Globe, porque siempre el laboratorio prácticamente atinaba la fertilidad. Este año, si bien es cierto tenemos lotes que están con buena fertilidad, lo más resaltante es que de un 70% de fertilidad, casi el 30% o 40% son racimos medianos. Entonces, existe la duda de si los análisis están bien realizados y realmente estábamos viendo bien el racimo. Nos falta afinar todavía nuestros análisis”, destaca.

Por esta razón, menciona que algunos campos han optado por realizar sus análisis en dos o tres laboratorios para validar si el dato era correcto o, incluso, han intercambiado muestras de cargadores o de material a analizar con empresas vecinas. ¿Qué es lo que han observado? Lo observado en varios campos es que la longitud de los entrenudos están entre 18 y 20 centímetros entre yema y yema cuando lo óptimo es entre 7 y 14 centímetros, lo que esto indica es que hubo un impacto por la tropicalización del clima. “Hay que regresar a mejorar el análisis de los indicadores de la planta, como el largo del entrenudo, los diámetros de cargadores, el tamaño del brote a inicio de flor, entre otros. Nos dejamos llevar por la idea de que el año pasado fue bueno, y que ahora todos los brotes vienen verdes y viene harta fruta. Es hora que nos preguntemos qué nos quitan las altas temperaturas cuando se presentan”, manifiesta.

¿RESPUESTAS A ESTA SITUACIÓN?

Lo que siempre ocurre es que cuando el brote se dispara en crecimiento, el racimo es el perjudicado. Por competencia, el brote crece más y el racimo se queda chico o el racimo sufre mayor problema de corrimiento. Entonces, explica que hay estrategias para hacerle frente a esta situación, como el manejo de riego para no aumentar el metabolismo en la planta. El retirar aplicaciones de nitrógeno o productos que tengan nitrógeno o que tengan hormonas de giberélicos, ayuda a mantener equilibrado el desarrollo de brote. También destaca que están las aplicaciones de aminoácidos o los fosfitos de potasio que te ayudan en la actual condición de frío.

No obstante, considera que estos son paliativos si el racimo ya tiene una mala conformación. “Más que un tema de solución o tratamientos, en este escenario hay que ayudar a los racimos ya formados a que puedan estructurarse un poco mejor. No hay una solución en que tú aplicando productos, puedas asegurar que si tenías 30% de corrimiento, controles al 100%. Esto lo digo porque hemos hecho ensayos desde hace muchos años con un montón de aplicaciones y al final, entre el testigo y los tratamientos, la diferencia ha sido cero”, expone.

Cuando en algunos de los campos observaron que los racimos venían chicos, refiere que decidieron retrasar un poco las podas. En vez de realizarlo a los 180 días, han realizado la poda a los 200 o 210 días, tratando de que la yema llegue a madurar un poco con aplicaciones de ethefon.

Como Saturno, comenta que cuentan con un área de calidad muy potente que se nutre de un registro histórico de los indicadores del campo. Por ello, explica que han logrado tener evaluaciones en laboratorio cercanas a la realidad mencionada. Comenta que cuando detectaron que venían racimos chicos es que como gerente agrícola ha comenzado a conversar con otros fundos de Piura e Ica para ver si esta situación coincidía, lo que fue corroborado.

En resumen, destaca que la tropicalización presente el año pasado tanto en el sur como en el norte y que se ha extendido hasta poco antes
de terminar mayo, sigue generando impactos sobre la cantidad y calidad de racimos y, sobre ello, los campos deben trabajar.

 

La promesa de los vegetales protegidos en Almería

Frente a las alteraciones del clima, menciona que viajó recientemente a la zona productiva de Almería (España) a conocer las alternativas de protección de los cultivos. Según algunas estimaciones, menciona que los invernaderos de Almería cubren más de 40.000 hectáreas. En el lugar, señala que comprobó que bajo condiciones controladas se puede producir una mejor calidad de vegetales, como el tomate, pepino, calabaza, melón y hasta para la producción de semillas. “Puedes producir diferentes tipos de cultivo con mejor rendimiento”, asevera.
En los campos que visitó, relata que con solo una o dos hectáreas pueden ser altamente productivos. “Como alternativa de negocio agrícola, habría que ponerle el foco. Por ejemplo, podrías tener mejores ingresos si produces tomate en Ica, durante verano. Hoy, con las plagas es casi imposible manejar tomate en verano en Ica”, apunta.

Garavito considera que esta es una alternativa para la agricultura extensiva, pues en vez de hacer 20 o 30 hectáreas de algodón o maíz, durante nueve meses, puedes poner un invernadero y ganar mejor con una o dos hectáreas, porque necesitarás, además, menos gasto de agua, gente y otros gastos.

Sin duda es una inversión cara, admite. “Creo que significa un costo muy similar a una hectárea de arándano, pero hay gente en Ica con mucha experiencia para hacer este tipo de innovaciones”, considera.

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