Recomiendan podas y fungicidas cúpricos para hacer frente a la antracnosis en la campaña actual de mango
La antracnosis es la enfermedad más importante del mango en Piura y se vuelve altamente destructiva en años con lluvias intensas debido al fenómeno de El Niño. Sin embargo, los inóculos permanecen latentes durante años, pudiendo afectar la campaña actual.
El hongo Colletotrichum gloeosporioides que origina la antracnosis sobrevive de un año a otro. Una característica importante de este hongo es el estado conocido como infección latente. Entonces, en la fase poscosecha, aparecerán las características manchas negras en las frutas producto de la enfermedad. Por ello, el Doctor en ciencias agrarias, consultor e investigador Javier Alva plantea en una entrevista en la revista Peruvian Mango del APEM una serie de medidas para evitar la incidencia de esta enfermedad, relacionadas a las podas y tratamientos antifúngicos.
¿Qué ocurrió en la campaña 2023- 2024?
Durante todos los meses del año 2023, se registraron temperaturas 2-3 °C por encima de los valores normales, fue el más cálido por efecto del fenómeno El Niño Global. Esta condición y la alta humedad relativa propiciaron crecimientos vegetativos exuberantes en los árboles, manteniendo alto el inóculo primario de C. gloeosporioides y generando condiciones propicias para que desarrolle la enfermedad. Esto, explica la alta incidencia de frutos afectados por antracnosis, sobre todo por infección latente, durante esta última campaña.
¿Qué pude ocurrir durante la campaña 2024 – 2025?
Durante esta campaña, si bien las temperaturas están bajando y propiciando floración, el inóculo primario del patógeno se mantiene alto; por lo tanto, las condiciones para que se presente la infección latente en frutos van a persistir; pues, estudios previos demuestran que la infección latente en frutos se produce en años secos.
¿Qué hacer para disminuir su incidencia?
Una vez que se ha entendido y tomado conciencia del daño que nos puede ocasionar la antracnosis, se deben tomar medidas para su manejo. Lo primero que se debe buscar en mango Kent, terminada la cosecha en los meses de febrero y marzo, es bajar el inóculo primario, mediante la poda de saneamiento y eliminación de ramas secas, ramas mal direccionadas, ramas enfermas, mamones y restos de panículas. La poda de aclareo que consiste en abrir ventanas en el centro de la copa para tener una mejor iluminación interna y estimular la floración en ramas viejas es muy necesaria. La regulación de la cantidad de fruta dejando una por panícula para evitar rozamientos y daños por látex también es relevante. Durante el desarrollo de los frutos, se deben hacer entresaques de ramillas para lograr mejor iluminación y chapa de aquellos ubicados en la parte interna de la copa.
Posterior a la poda se deben aplicar fungicidas cúpricos para proteger las heridas en ramas gruesas y evitar el ingreso de hongos secundarios. 20-30 días antes del inicio de la floración, se debe aplicar nuevamente al follaje un fungicida cúprico, no aplicarlo durante la floración.
Posteriormente, si se han realizado bien las labores culturales, puede ser no necesario la aplicación de fungicidas químicos durante el desarrollo del fruto; en todo caso, se pueden realizar hasta dos aplicaciones de fungicidas como las estrobilurinas e imidazoles, alternándolos para evitar resistencia y teniendo en cuenta los LMR permitidos y los periodos de carencia. También ayudan las aplicaciones foliares de fosfitos como bioestimulantes e inductores de resistencia.
Como controladores biológicos, se recomiendan aplicaciones de la bacteria Bacillus subtilis y de la levadura Rhodotorula minuta, solos o en mezcla al follaje, que han demostrado reducir la incidencia y severidad de la enfermedad y mejorar la calidad comercial de la fruta.