La consigna es comenzar con plantas sanas
Virus, hongos de la madera y bacterias pueden llegar en las plantas al momento de plantación, sin ser invitados. Muchas veces pasan inadvertidos hasta que un estrés hace visibles los síntomas y ya es demasiado tarde, solo queda asumir la pérdida. Esto puede ocurrir tanto en uva de mesa como de vino. Sobre la base de su experiencia en distintos países de América, la fitopatóloga Ph.D. Judit Monis plantea elementos estratégicos para enfrentar dichos problemas.
Etapa final de crecimiento en campo de plantas injertadas de un vivero en Chile.
Judit Monis, Ph.D. en fitopatología, asesora internacional de enfermedades de plantas, con sede en California, ha desarrollado una carrera enfocada al estudio, diagnóstico, prevención, manejo y control de enfermedades de la vid transmitidas por injerto. Sin embargo, señala, la transmisión de muchos de estos virus también puede ocurrir en campo por medio de vectores (insectos, nematodos); la de bacterias u hongos sucede por salpicaduras y viento en heridas mecánicas (injerto, poda) o producidas por heladas.
¿Cuáles son las enfermedades más importantes transmitidas por injerto en vid?
Las enfermedades transmitidas por injerto son causadas por diversos agentes patogénicos, principalmente virus (decaimiento viral, leafroll, red blotch), hongos de madera (enfermedad de Petri o esca, cancros, pie negro) y bacterias (agalla de corona).
El decaimiento viral es provocado principalmente por Grapevine fanleaf (GFLV) y otros virus relacionados transmitidos por nematodos (Arabis Mosaic, Tomato ringspot y Tobacco ringspot). Leaf-roll o enrollamiento de la hoja es originado por diferentes especies de Grapevine leafroll associated virus (GLRaVs) en la familia Closteroviridae. Algunos de estos GLRaVs en el género Ampelovirus (GLRaV-1, -3, y -4) son transmitidos por cochinillas (en Chile se conocen como chanchitos blancos) mientras que aún no se ha encontrado un vector que pueda transmitir GLRaV-2. Red blotch (mancha roja) es una enfermedad de origen norteamericano causada por Grapevine red blotch virus (GRBV, transmitido por insectos membrácidos). El GRBV se ha difundido en algunos países que recibieron material de plantación proveniente de EE.UU. Recientemente, este virus se detectó en Argentina en una variedad de uva de mesa.
Hay un sinnúmero de hongos que pueden causar enfermedades del tronco en vid. Estas enfermedades de madera son complejas, no solo por el número de organismos asociados con ella, sino también porque los hongos pueden convivir con la planta (son endófitos) sin causar síntomas hasta que se ve sometida a un estado de estrés (falta de agua, mal manejo de cultivo, heridas, etc.).
La agalla de corona, causada por Agrobacterium vitis, se manifiesta con la producción de agallas en la base del tronco o en las partes aéreas de la planta.
Todos los patógenos nombrados pueden transmitirse por injerto, y ocurren frecuentemente en infecciones mixtas.
REDUCCIÓN DE CALIDAD, RENDIMIENTO Y MUERTE DE PLANTAS
-¿Existen datos estadísticos sobre su presencia en viñedos y huertos de uva de mesa?
-No conozco estadísticas sobre la presencia de bacterias, hongos de madera o virus que causan enfermedades en el viñedo. Como mencioné antes, son patologías diversas, causadas por muchos diferentes agentes. Existe un rango de efectos en la producción, desde la reducción en la calidad de la uva (menos azúcares, bayas más pequeñas, etc.), disminución del rendimiento, hasta la muerte de las plantas. En EE.UU. se han publicado estudios donde se señalan las ventajas de replantar versus arrancar y reemplazar plantas infectadas con virus cuando hay una incidencia de infección sobre el 25% en el caso de leafroll y de 15 a 45% en el caso de red blotch.
-¿La situación es igual en uva para vino que para uva de mesa?
-Los mismos patógenos o agentes causales de enfermedad infectan igualmente a las variedades de uva de mesa y uva para vino. Sin embargo, en mi experiencia los productores de uva de vino le han dado más importancia a la presencia de patógenos en sus viñedos, comparado con los productores de uva de mesa. Hay una cepa particular (RG) de GLRaV-2 que se descubrió en la variedad de uva Red Globe. El efecto principal de GLRaV-2 RG es la incompatibilidad al injerto, convirtiéndose en una enfermedad de importancia en el vivero. Sin embargo, hay un rango de efectos dependiendo del portainjerto usado; muchas veces el virus ha escapado del vivero y se ha encontrado tanto en viñedos de uva de vino como uva de mesa causando un decaimiento paulatino y culminando con la muerte de las plantas.
-¿Se pueden sanar las plantas enfermas? ¿Por qué es tan importante la prevención?
-Una vez establecidas en el viñedo, las plantas infectadas con las bacterias, hongos o virus patógenos que hemos referido, no tienen cura. La única solución es empezar con plantas sanas (testeadas libres de patógenos). Hay métodos en el laboratorio que pueden aplicarse para la eliminación de bacterias, hongos, y virus en plantas, siendo los más comunes el cultivo de meristemas y la termoterapia, algunas veces usados en combinación para eliminar patógenos reacios. Se trata de procedimientos muy eficaces, pero lentos: puede llevar alrededor de 3 a 4 años obtener suficientes plantas productoras de uva. Por ello es muy importante plantar plantas sanas, ya que de lo contrario la única solución será arrancar las infectadas y reemplazarlas con otras sanas. Esto dificulta el manejo en el viñedo, ya que hay plantas jóvenes y adultas en las mismas hileras con diferentes necesidades de agua y nutrientes.
DIAGNÓSTICO EN LABORATORIO ESPECIALIZADO
-¿Cuáles son las causas de que se sigan estableciendo huertos con plantas que están enfermas?
-Los patógenos que causan enfermedades en vid provienen de los centros de origen de esta especie y fueron importados a diferentes países antes de que existieran métodos para diagnosticarlas. A medida que se comenzaron a describir las diferentes enfermedades y sus agentes causales, se desarrollaron métodos de diagnóstico acoplados con su exclusión. Consecuentemente, la exclusión de patógenos ocurrió cuando los patógenos ya se habían establecido en las regiones vitícolas. Para solucionar el problema, muchos países, provincias, estados, o regiones han desarrollado sistemas de cuarentena y certificación para su plantación. Actualmente, la certificación de plantas de vid es opcional y excluye solamente la presencia de una lista de virus y bacteria.
-¿Cuáles son las principales formas de asegurar técnicamente que las plantas estén sanas al iniciar un proyecto?
-Existen métodos y laboratorios especializados en la detección de patógenos. Para asegurar la sanidad se recomienda hacer un muestreo estadístico y representativo de las plantas madres, y enviarlo a analizar en un laboratorio de diagnóstico. Si van a ser plantadas en el campo del vivero, se recomienda hacer un muestreo adicional al azar de las plantas barbadas previamente a la entrega y al menos dos meses antes de la plantación en el viñedo.
-¿La situación es similar o distinta en EE.UU., Perú, Chile y Argentina?
-En EE.UU. cada Estado tiene la facultad de escribir las reglas de cuarentena y certificación. Sin embargo, la plantación de vides certificadas en Estados Unidos y en la mayoría de los países de Latinoamérica en que trabajo es opcional. Esto quiere decir que el productor (o vivero) tiene la libertad de propagar o plantar material certificado o sin certificación. Es posible no observar síntomas de enfermedad en plantas, aunque estén infectadas. Pero una vez establecidas en el viñedo o vivero, pueden desarrollar síntomas (por efecto de clima, portainjerto, estrés). Un caso reciente ocurrió en el cuartel de fundación del programa de certificación de California, infectado con un virus latente que se propagó rápidamente en el cuartel por medio de su insecto vector. Las plantas infectadas fueron distribuidas a los viveros, que continuaron propagando el virus en forma exponencial. Por ello es muy importante testear las plantas antes de plantarlas, sean certificadas o no.
-¿Existe algún país donde se haya implementado un sistema que pueda servir de modelo?
-Los programas de certificación tienen el objetivo de producir plantas sanas y evitar la propagación de enfermedades. Sin embargo, no es fácil mantener las plantas de fundación y propagación aisladas del potencial de reinfección. Para que la certificación de plantas de vid funcione, deben ser cultivadas en invernáculos con mallas de protección que eviten la entrada de insectos vectores. A su vez, se debe restringir la entrada de personas y maquinarias que puedan estar contaminadas.
LA TOMA DE MUESTRAS DEPENDE DEL PATÓGENO A DETECTAR
¿Los problemas afectan por igual a portainjertos y variedades?
Las variedades de uva de mesa y vino pertenecen a la especie Vitis vinifera (origen: Asia/Europa), mientras que los portainjertos derivan de diferentes especies de Vitis (origen: América del Norte). Todas las variedades de uva y portainjertos son susceptibles a la infección de patógenos. Pero en general las vides injertadas tienen una expresión de síntomas mayor que las no injertadas, y comparadas con las variedades de portainjertos, que rara vez muestran síntomas. Por otra parte, algunas combinaciones de portainjerto y variedad son más expresivas que otras.
-¿Por qué afectan más a las plantas injertadas?
-Las actividades de injertación tienen la desventaja de poder transmitir patógenos de una planta infectada a la otra. A su vez, al hacer un injerto se produce una herida que debe curarse. Esta herida es una fuente de estrés para la planta nueva, que la hace más susceptible a expresar síntomas de la enfermedad. Además, los portainjertos frecuentemente crecen como matas en el suelo (sin estructura o sistema de conducción). Esto hace que los portainjertos constantemente estén en contacto con hongos de suelo que se transmitirán a la variedad de uva después del injerto.
-Tú tienes experiencia de muchos años a cargo de un laboratorio en California, ¿qué recomendación harías a los laboratorios para garantizar que sus resultados sean correctos y confiables?
-Para que un laboratorio sea fiable, el factor más importante es que el personal tenga una formación y conocimiento en bacteriología, micología, y virología, como mínimo. Si el laboratorio ofrece el diagnóstico de nematodos, también deberán tener esta competencia. Con estos conocimientos el personal deberá desarrollar protocolos que sean fiables y puedan detectar todos los patógenos y cepas conocidas. El laboratorio deberá adaptarse a nuevas técnicas y actualizarse cuando se descubren nuevos patógenos o cepas.
-¿Cómo y cuándo deben tomarse las muestras?
-La toma de muestras depende del patógeno a detectar. Por ejemplo, si se quiere diagnosticar hongos de madera, la muestra generalmente es destructiva, vale decir que se tomará una parte de la raíz, tronco, y brazo, o la planta entera si es producida en el vivero. Dependiendo de los virus a detectar, algunas muestras deberán tomarse en la primavera y otras en el otoño o invierno. Si el laboratorio provee un protocolo detallado de muestreo, las muestras pueden ser tomadas por el productor o el personal de vivero.
ES IMPORTANTE UNA BUENA COMUNICACIÓN ENTRE PRODUCTOR Y VIVERO
-¿Qué puntos deben cuidarse especialmente en los viveros?
-Para asegurar la producción y propagación de plantas libres de patógenos, resulta primordial empezar con plantas testeadas –libres de patógenos–, tanto de la variedad como del portainjerto. La forma más económica de excluir patógenos corresponde al testeo de las primeras estacas antes de establecer un bloque madre. De igual importancia es mantener las plantas alejadas de otras plantas que podrían estar infectadas, como los viñedos vecinos, por ejemplo. Hay muchos pasos en el proceso de producción de plantas injertadas en los cuales las plantas hijas en vivero pueden infectarse: 1) durante la propagación e injertación; 2) humectación: las cámaras de humectación deber desinfectarse y cambiar el agua después de tratar cada lote de plantas; 3) plantas barbadas: generalmente los campos son arrendados, por lo cual hay que tener muy en cuenta cuál fue el cultivo predecesor y la sanidad de las plantas en los alrededores. Si las plantas se produjeron en masetas en un invernadero este riesgo no existe.
-Muchas veces los viveros obtienen su material base de terceros, ¿hay alguna recomendación al respecto?
-Se deberán enviar muestras a un laboratorio para asegurar que las plantas madres se encuentren libres de patógenos antes de iniciar la propagación. Esta es la misma recomendación para los productores y viveros.
-¿Cómo pueden los productores estar seguros de comprar plantas sanas ante una oferta diversa, qué pasos deben seguir?
-Es importante que el productor tenga una buena comunicación con el vivero y que planee con tiempo para poder completar el testeo de plantas antes de su establecimiento.
-Se han identificado más de 100 virus en vides, ¿son todos igualmente dañinos?
-Sí, es cierto, se han reportado en la vid 101 virus, pertenecientes a 21 familias diferentes. Este recuento supera el número encontrado en cualquier otro cultivo. Sin embargo, no todos los virus descubiertos son responsables del desarrollo de enfermedades. Podemos contar con los dedos de la mano los más importantes como causales de enfermedades en vid: decaimiento viral (ArMV, GFLV), leafroll (GLRaV-1 a -4), Red blotch (GRBV), Vitiviruses (GVA, GVB, etc.).
LO MÁS CARO ES PARTIR CON PLANTAS ENFERMAS
-¿Hay variedades/portainjertos que se vean más afectados por algunos de los virus mencionados?
-Las variedades de uva negra afectadas por leafroll o red blotch expresan mayores síntomas foliares (enrojecimiento y otros colores), comparadas con las de uva blanca (leve clorosis). Sin embargo, estos virus afectan igualmente la calidad y el rendimiento de uva. Su efecto principal es la disminución de la concentración de azúcares y el tamaño y cantidad de bayas. Por otro lado, los portainjertos, aunque susceptibles a los virus, generalmente no muestran síntomas y son una fuente de contagio a las variedades una vez injertadas.
-¿Es muy caro partir con plantas sanas?
-En mi opinión, sale mucho más caro partir de plantas enfermas. Después de plantar un cuartel de vid, el productor debe esperar al menos tres años para que sea productivo. Si las plantas están enfermas, solo le queda la opción de volver a empezar con plantas sanas. Dependiendo de la enfermedad, es posible que los patógenos (o sus vectores) hayan contaminado el suelo y/o los cuarteles adyacentes. En el peor de los casos, aunque se reemplace con plantas sanas, estas se podrán infectar con los restos de plantas con patógenos que sobrevivieron.
-Tú dices que el gran mensaje es planificar con tiempo ¿cuánto tiempo, qué secuencia de pasos hay que dar desde el punto de vista de sanidad?
-Idealmente, el productor empleará a un/a asesor/a con quien hará visitas en el otoño y primavera para observar las plantas madres y tomar muestras de las variedades y portainjertos de interés. Si los resultados indican que las plantas madres están libres de patógenos, se podrá solicitar al vivero que use solamente estacas y púas de las plantas testeadas. Una vez que las plantas hayan sido injertadas y cultivadas en el campo, recomendaría hacer un muestreo estadístico (muestra destructiva) de las plantas hijas con el fin de verificar que continúan libres de patógenos. Para poder completar los pasos indicados, el productor deberá estar en contacto con el vivero al menos dos años antes de plantar.