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Fundamentales en la calidad de la fruta

Claves para una adecuada poscosecha en banano

Con la calidad de la fruta no se juega. Por ello, se hace necesario seguir una serie de protocolos y manejos de poscosecha que permitan que la fruta arribe en perfectas condiciones a los mercados de destino. En banano, según el especialista, Carlos Orellana, son claves labores como el lavado y desinfección de los racimos y un correcto desleche de las coronas. Este último es fundamental pues si la fruta llega al final del proceso con látex, se impediría la acción efectiva del tratamiento que se aplica para evitar enfermedades poscosecha.

15 de Julio 2024 Ximena González Vidal/Fotos Carlos Orellana
Claves para una adecuada poscosecha en banano

Aplicación de solución para protección de corona.

Como en todo cultivo, en el banano, el manejo poscosecha es fundamental para lograr obtener al final del día una fruta de calidad y con las condiciones apropiadas para su comercialización. Aquí son claves labores como el desflore y desmane de los racimos, la selección y clasificación, el lavado y desinfección y el respectivo control de hongos para finalmente embolsar y empacar la fruta con medidas muy específicas que permitan protegerla de insectos o factores externos contaminantes.

En las próximas líneas, el ecuatoriano Carlos Orellana, ingeniero agrónomo, fitopatólogo y docente de la Universidad Cientifica del Sur en Lima y especialista en el cultivo de banano explica cuáles son esos factores fundamentales para tener una adecuada poscosecha.

Tina de desleche y clúster con corona hacia abajo para una adecuada evacuación de látex.

Una de las primeras labores previas, antes de llevar la fruta a la planta procesadora, es el desflore del racimo, el cual consiste en retirar las flores de todo el racimo de banano sin causar laceraciones. Esta labor debe de realizarse de abajo hacia arriba, a fin de evitar en lo posible la caída de látex en los dedos del racimo.

Paso seguido, se prosigue con el desmane, es decir, separar las manos del raquis para convertirlas en unidades más pequeñas o clúster. Orellana recomienda que las herramientas usadas cuenten con un filo perfecto para realizar un solo corte y evitar estropear la fruta.

Desmane de racimos.

Las manos o clúster que son desprendidas del racimo principal deben ser colocadas suavemente en la primera tina (conocida como tina de desmane), lugar donde comienza el primer lavado de la fruta. En esta, además se realiza la separación de dedos defectuosos, con daño mecánico o cicatrices, y la conformación de la corona y los clústers. Vale destacar que, el número de dedos por clúster depende de las especificaciones de cada compañía que comercializa la fruta.

A continuación, y tras el primer lavado, Orellana señala que los clústers deben ser llevados a la tina de desleche, ahí deben permanecer sumergidos con la corona hacia abajo por un periodo de tiempo que oscile entre 15 a 17 minutos.

“Las coronas una vez son cortadas empiezan a emanar látex y este debe ser deslechado en su totalidad. Por eso considero que lo más elemental y más importante en el proceso de poscosecha es tener un adecuado desleche”, y explica que, en esta tina se aplica agua con hipoclorito de sodio (cloro) o dispersantes de látex.

Proceso de formación de clúster o racimos más pequeños.

Otro factor importante antes del pesado, es que las tinas se encuentren llenas de fruta en un volumen de ¾. Esto garantiza el tiempo de desleche adecuado de las coronas. De no trabajar con esta recomendación las coronas pueden llegar al final del recorrido con látex, lo que impediría la acción efectiva del tratamiento químico que se aplica para evitar enfermedades poscosecha.

Por otro lado, de acuerdo con el experto, el lavado de la fruta se basa fundamentalmente en la eliminación de látex y suciedades, por lo cual en ambas tinas (desmane y desleche) se debe mantener agua corrida permanentemente que garantice un flujo constante durante todo el proceso. “De esta manera se podrá capturar y evacuar el látex de manera adecuada”.

Requerimientos de calidad de la fruta

Todos los dedos que conforman el cluster deben reunir ciertas especificaciones de calidad y aunque estas pueden variar de acuerdo a los mercados o ser modificadas en el futuro, los siguientes criterios pueden ser usados como guía.

  • Longitud mínima: 25 cm (aproximadamente 8 pulgadas de largo) punta a pulpa.
  • Calibre mínimo de 39 a 40 mínimo y 46 a 47 máximo.
  • No estar excesivamente curvados o malformados
  • Coronas bien formadas y uniformes.
  • El daño mecánico y cicatrices curadas por daño de insectos no debe exceder el 5% del área superficial .
  • Libre de manchas de látex, limpio de tierra, insectos y residuos químicos.
  • Fruta que no cumpla los requisitos, no debe ser empacada

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APLICACIÓN DE PRODUCTOS PARA EVITAR ENFERMEDADES: PESADO Y ETIQUETADO DE LA FRUTA

Tras el desleche viene el llenado de bandejas y el etiquetado. Posterior a eso, en este proceso se procede al tratamiento químico para evitar enfermedades. Consiste en someter las coronas y todos los cortes realizados durante el proceso de selección a una aspersión de fungicidas sistémicos, combinados con un cicatrizante. Esto, según Orellana debe hacerse para evitar la aparición de hongos causantes de las enfermedades poscosecha, en especial pudrición y moho de corona. “Normalmente le llaman cóctel fungicida para protección de corona y específicamente se hace uso de tiabendazol e imazalil para banano”. La concentración de estos va a depender de la época del año, del tiempo de travesía y de las exigencias del mercado.

Ingeniero Carlos Orellana, especialista en cultivos de banano y manejo poscosecha de la fruta.

Así mismo, el experto en banano subraya que, con el fin de que la fruta perdure más tiempo, es posible acudir a la aplicación de ácido giberélico en la corona, esto debe hacerse antes de la solución de protección de corona. “Esta es una hormona que permite evitar la senescencia de la fruta, es decir, evita el envejecimiento celular y además ayuda a mantener firmes las cáscaras. Por ejemplo, si la fruta se maduraba en 35 días, va a demorar unos dos o tres días más en madurar”

Adicional, dice que es importante considerar que antes de la aplicación de este tratamiento, las coronas deben estar completamente secas. La distancia desde la cual se aplica el producto fungicida también debe tenerse en cuenta, si se hace muy cerca puede causar residualidad”.

Luego de realizar el desflore de los racimos se debe de realizar el lavado para evitar la presencia de alguna plaga.

Precisamente, durante la aspersión de estos productos es necesario considerar la altura de aplicación (20 cm), la cantidad de producto aplicado por bandeja (135 a 145 ml), tiempo de aplicación (10 a 12 seg./bandeja), y agitación constante de la mezcla.  La aplicación del ácido giberélico se realiza con brocha, en una proporción de 20 litros para 960 cajas cambiando la brocha de aplicación cada 2 horas.

Una vez termina este proceso, la fruta es empacada por tamaños y siguiendo una línea de empaque. “En esta parte final del proceso y dependiendo del mercado, algunas empresas cuando terminan de empacar, aspiran o succionan todo el aire de la bolsa para minimizar la presencia de hongos”. Dice que muchos hongos necesitan aire, es decir, son aeróbicos y si se reducen las condiciones ambientales, no van a sobrevivir y la fruta va a llegar con mayor calidad a su destino.

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