Los huertos alrededor del mundo avanzan a un paso acelerado hacia un agricultura de precisión, con tal de hacer más eficientes y sostenibles su producción agrícola.

Con esa meta en mente, la fertilización líquida ha llegado a establecerse como una importante herramienta de precisión en la gestión de los recursos del campo, impactando no solo en un riego y nutrición de forma precisa, sino que haciendo más eficiente los procesos al interior de un predio.

Quimetal, que en su división agrícola cuenta con una línea de fitosanitarios en base a azufre y cobre, en nutrición vegetal su especialidad es precisamente la fertilización líquida, ya que todas las fuentes solubles que vende la compañía pueden ser repartidas en preparaciones líquidas a pedido de cada productor.

“Nuestra especialidad es entregarle al cliente una solución completa en sus NPK (macroelementos de nitrógeno, fósforo, potasio), más sus microelementos (boro, magnesio), así como ácidos fúlvicos y su aporte de materia orgánica, a la medida de cada cliente”, explica Alberto Serrano, subgerente de nutrición vegetal de Quimetal, sobre un producto que facilita al cliente el tener una mezcla medida, pero también teniendo un mejor control del producto que se está inyectando al cultivo.

Antonio Lobato, quien asesora a Quimetal de forma externa desde hace 3 años, señala al respecto que la empresa busca que los productores alcancen el balance en sus huertos, para así asegurar los requerimientos para el crecimiento y producción de fruta industrial.

“Antes pasaba mucho que si una planta requería 50 unidades y aplicábamos 100 unidades y la planta no respondía, entonces le dábamos 300, y claro, ahí crecían, pero también le estábamos dejando una pésima herencia a las futuras generaciones con suelos degradados. El concepto es que no contaminemos el ambiente, que la planta tenga crecimiento armónico, y que juguemos en esta ecuación ponderada de los potenciales aportes que el sistema hace. Y ahí entra toda la analítica e interpretación”, explica el experto, que cuenta con más de 30 años de experiencia en el mercado de fertilizantes líquidos en América Latina.

Para entregar recomendaciones en terreno, la empresa cuenta con zonales especializados para atender y asesorar a los productores, para dar una propuesta de fertilización en base a un balance de lo que exige cada cultivo.

“Hay muchos perfiles de productores; hay agricultores que son más herméticos, que deciden la mezcla y que nuestro servicio llega hasta ahí, y también tenemos otros clientes a quienes debemos dar un acompañamiento de los zonales de Quimetal. Justamente estamos viendo cómo ser un socio estratégico de ellos, para trabajar en conjunto a largo plazo”.

VENTAJAS DE ALMACENAJE

¿Cuántos sacos para cada especie? ¿Qué elemento pongo primero y qué pongo después? ¿A qué velocidad se mezcla? Todas estas inquietudes forman parte de la gestión de una bodega y de la caseta de riego, decisiones técnicas que pueden generar descoordinaciones.

Con los fertilizantes líquidos no hay necesidad de bodega, porque la bodega es el propio estanque.

“La logística y gestión de una bodega, robos, pérdidas por roturas de sacos, traslados, fletes internos y, suponiendo que se han superado esas dificultades, llegas a la caseta de riego, y ya sea por la temperatura del agua, velocidad de agitación o la capacidad de los estanques, no resulta tan fácil disolver los elementos, y eso puede generar un desastre en la cuestión agronómica”, sostiene Lobato.

Además, el fertilizante líquido cuenta con la ventaja de que se puede aplicar junto con otros productos, como nutrientes y materia orgánica, “confiriéndole mejores propiedades a esa cuota de fertirriego, o incluso pudiendo modificarla con surfactante”, explica el asesor, subrayando que la mezcla solicitada será siempre tal como la solicitó el cliente, y en forma estable.

La agricultura, además, está expuesta permanentemente a contingencias climáticas, y muchas veces hay cambios en el camino. Por ello, desde Quimetal explican que “la fertilización líquida permite esa adaptabilidad, en caso de que por cualquier motivo no se necesitó aplicar más potasio, más nitrógeno o porque cambió un poco el programa, la fertilización líquida permite dar un vuelco mucho más rápido y preciso, y en una semana se puede tomar la decisión de cambiar hacia un rumbo distinto en la fertilización”, concluye Serrano.

CONTACTO
Alberto Serrano
Subgerente de nutrición vegetal de Quimetal
alberto.serrano@quimetal.cl
+56 9 9824 5989
www.quimetalfertilizantes.cl