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Traza su camino de cara a los próximos años

Amhpac delinea su estrategia para enfrentar nuevos desafíos

Tomate, pepino y pimientos ‘bell pepper’ lideran las exportaciones de hortalizas hacia EE UU, pero la Asociación Mexicana de Horticultura Protegida (AMHPAC) promoverá certificaciones y nuevos cultivos para alcanzar mercados desatendidos. Otro desafío es arribar a mercados más distantes, aunque para que ello ocurra se debe investigar, acceder y adoptar tecnologías de poscosecha.

13 de Marzo 2024 José Luis Adriano
Amhpac delinea su estrategia para enfrentar nuevos desafíos

Las tendencias de consumo y hábitos de compra en EE UU han hecho que crezca la producción de hortalizas bajo invernadero en el país.

Los más de 100 años que lleva exportando sus producciones a EE UU, son el mejor aval para la industria hortícola mexicana, que ha consolidado sus hortalizas en un mercado cercano que día a día recibe producción fresca desde diferentes puntos del país. Asimismo, cumplir con los requerimientos de un mercado que recibe el 96% del producto exportable, implica una serie de desafíos. 

Crecer es uno de ellos. Y, en ese sentido, la horticultura protegida del país ha dado un explosivo crecimiento en poco menos de 25 años, pasando de poco más de 300 hectáreas (ha) en 200 a más de 51.800 en 2022. Si bien ese crecimiento ha sido más lento en los últimos años, ha estado motivado por la creciente demanda de hortalizas que hay al otro lado de la frontera. “Está motivado por el cambio de tendencias en el consumo, que dieron un vuelco a raíz de la pandemia del Covid 19. Ello motivó cambios en el tipo de producto, en las condiciones de compra y en los hábitos de compra”, explica el Ing. Alfredo Díaz Belmontes, director de la Asociación Mexicana de Horticultura Protegida (Amhpac). A ello suma que los consumidores, al menos en EE UU, están prefiriendo hortalizas producidas bajo invernaderos.

Ese aumento de la demanda es clave en un sector que, gracias al uso de estructuras de distinto grado tecnológico, se puede producir hasta cinco veces que a campo abierto, donde el uso de tecnología es esencial, desde el control de plagas y enfermedades hasta hacer un mejor uso del agua, sobre todo en una época en que, según Díaz, se está teniendo serios problemas de escasez de agua en algunas zonas del país.

En eso, el nivel tecnológico de los invernaderos que hay en el país (70% de media y alta tecnología y 30% de baja tecnología) juega un papel crucial para que hoy México sea, en término de superficie, el sexto productor mundial bajo agricultura protegida.

“Ocupamos los primeros lugares de producción y exportación de esos cultivos en el mundo, pero también somos muy vulnerables, porque dependemos básicamente de un solo mercado y de muy poquitos cultivos”, sostiene el director de la Amhpac sobre una exportación que hoy está sustentada básicamente en tres cultivos: Tomate (52%), pepino (27%) y pimiento (21%), que ocupan el 93% de la superficie hortícola protegida en el país. “Alrededor del 60% del tomate que se come en Estados Unidos es mexicano”, precisa Díaz.

La adopción de tecnología ha sido fundamental para que México sea hoy el 6° productor mundial de horticultura protegida.

Tan solo de enero a octubre de 2023, México exportó más de US$2.550 millones en tomate, según datos de la balanza agroalimentaria mexicana. Hasta el 96% de las exportaciones se dirigen a Estados Unidos, dijo Díaz Belmontes. “El modelo de negocio práctico de todos los productores afiliados a la Amhpac es la exportación”, añade.

Según datos comparativos recopilados por la asociación, el periodo de enero a julio de 2023 fue el de más altas importaciones de tomate mexicano en Estados Unidos en la historia, con más de 1,14 millones de toneladas de esta hortaliza. No fue el único, ya que además se repitió la hazaña para los envíos de pepino, con más de 604.000, así como de pimiento del tipo ‘bell pepper’, que colocó 437.000 toneladas en ese mercado.

Pero, ¿hay espacio para seguir creciendo en un mercado que hoy compra el 96% de las hortalizas de exportación? La respuesta es positiva para la Amhpac. “Uno de los objetivos del 2024 es buscar nuevos mercados para las hortalizas mexicanas dentro de Estados Unidos. Por ejemplo, el nicho halal, para el público musulmán”, grafica Díaz, un sector que según estimaciones de la Amhpac valdrá US$9.500 millones en 2026. “Además de los productos el distintivo Kosher, que certifica alimentos apropiados para el consumo por la religión judía; un nicho proyectado en US$17.500 millones de dólares para 2030”, añade.

“Lo primero que vamos a hacer es promover y motivar a los productores de Amhpac a que obtengan la certificación Halal y eso les abriría las puertas de ese nicho de mercado”, adelanta Díaz.

Otra de las áreas de exploración de Amhpac es la extracción de licopeno de tomate, un carotenoide responsable del color rojo en esta hortaliza, y con aplicaciones en suplementos alimenticios y de belleza. Según la asociación, representaría un mercado de US$2.190 millones para 2026, aunque todavía es un área desatendida por los productores.

“Estamos en pañales y no tenemos avances significativos, pero son ejemplos de los objetivos estratégicos que tenemos en Amhpac”, dijo el director.

DIVERSIFICAR PARA NO DEPENDER DE EE UU

Sin embargo, el desafío también pasa por una diversificación de los mercados para no depender exclusivamente de EE UU. “Somos muy vulnerables, porque dependemos básicamente de un solo mercado y de muy pocos cultivos. Entonces, ya desde hace un tiempo estamos trabajando en el objetivo estratégico de diversificar los mercados”, explica el director de Amhpac. “En ese sentido, como Amhpac, destinamos recursos para reforzar los trabajos de inteligencia comercial, de tal forma de poder identificar oportunidades de diversificación. Así, hemos mapeado Europa y Asia”, complementa.

El pepino representa al 27% de las exportaciones hortícolas de México.

Pero se debe tener en cuenta que son mercados más lejanos, a los que se debe llegar con una fruta de calidad y condición adecuadas para tener una correcta vida de anaquel. Entonces, la poscosecha es clave, ya que se trata de mercados distantes. “Accediendo a ellos vía marítima tarda 25 días, en promedio. Una hortaliza fresca, sin tecnología de poscosecha, llegaría prácticamente sin vida de anaquel. Por eso, estamos viendo cómo podemos prolongar esa vida de anaquel. Hay prácticas, productos y tecnologías que permiten ello”, explica Díaz.

Así, por ejemplo, la asociación espera que entre julio y septiembre de este año obtener luz verde del gobierno japonés para comenzar exportaciones hacia ese país de tomate, vía marítima. Para lograrlo, los productores aplicarían 1-Metilciclopropeno al fruto, lo que alargaría su vida útil de una a dos semanas, y permitiría este canal de distribución.

“En ese sentido, Japón a pesar de que tiene una demanda insatisfecha muy chica, paga muy bien, y puede compensarse por ahí”, dijo Díaz Belmontes. El nicho en la mira de la asociación son las cadenas de restaurantes y autoservicio durante invierno.

CAMPOS MEXICANOS, A MERCED DEL CLIMA

La Amhpac estima que en 2022 había 51.853 ha dedicadas a la horticultura protegida en México, lo que representa casi 4.600 más que en 2021. El máximo histórico en el país se registró en 2019, con 53,858 ha, aunque la asociación todavía no ha publicado los datos sobre 2023. Los 289 socios productores de la Amhpac tienen un total de 9,397 hectáreas de superficie protegida.

Díaz Belmontes dijo que la principal fuente de información para calcular la superficie son las empresas que construyen invernaderos y otras estructuras, quienes están afiliadas a la Amhpac. En 2022, la malla sombra es la tecnología con más superficie sembrada, con casi 21.000 ha. Invernadero y macro túnel tienen ambos alrededor de 15.000 ha.

La malla sombra es considerada como baja tecnología, y no es tan productiva como los macro túneles, pero según Díaz, la diversidad de climas en el país es el principal determinante para los productores a la hora de sembrar sus tierras.

“No tiene sentido meter aquí en Sinaloa alta tecnología para producir todo el año, porque va a llegar el verano y tendría que ponerse refrigeración dentro de los invernaderos. La tarifa eléctrica, el costo de la luz hace inviable económicamente hacer eso”, explica.

Una opción para la floricultura

No solo hortalizas y berries se producen bajo plástico, también flores. “Colombia y Ecuador, en ese orden, lideran los envíos de flores a EE UU, con ventas de unos US$2.000 millones”, cuenta el ingeniero Díaz, sobre un gran mercado que hoy está dominado por Colombia, exportando flores por un valor de US$1.200 millones. “México no exporta ni siquiera US$90 millones, a pesar de las ventajas competitivas que tenemos, simplemente por la cercanía, que abarata el costo de transporte. Pero además tenemos otras ventajas: la infraestructura, que ya tenemos establecida con todos los invernados; el conocimiento del mercado americano; la logística, que implica llevar productos a EE UU; etcétera. Todas son ventajas que podrían abrir un nuevo nicho de mercado a la producción protegidas.

Sinaloa lideró la superficie protegida con malla sombra, con 8.814 ha en 2022. Le sigue Coahuila, con 5.256 hectáreas. En contraste, los estados de Jalisco y Michoacán están a la cabeza de superficie de alta tecnología con macro túnel, con 11.975 ha y 4.903 ha, respectivamente.

Para mantener una producción constante, varios productores de estados calurosos como Sinaloa han instalado invernaderos en regiones del Bajío y centro del país, zonas donde se cuenta con climas menos extremos, ya que en regiones como Sinaloa y Coahuila, en pleno verano se alcanzan temperaturas de 45°C.

EL RETO DEL ACUERDO DE SUSPENSIÓN DEL TOMATE

El desafío más grande que enfrentarán los exportadores de tomate mexicanos, así como la Amhpac como asociación agrupadora, será la renovación del Acuerdo de Suspensión del tomate entre México y Estados Unidos. En 1996, los productores de tomate de Florida acusaron al Departamento de Comercio de Estados Unidos de que las exportaciones mexicanas de tomate estaban incurriendo en dumping, y pidieron una investigación que estableciera un arancel que compensara la práctica, de comprobarse.

“El dumping es una práctica desleal dentro del comercio internacional donde decían que estábamos vendiendo abajo de nuestro costo de producción”, explicó Díaz Belmonte.

Acceder a los mercados más distantes es un reto de la industria. Sin embargo, para que ello ocurra se deben afinar las estrategias de poscosecha.

Pero los exportadores mexicanos lograron un acuerdo con las autoridades estadounidenses para frenar el arancel, que era de 17.56%. Desde entonces, cada cinco años se renueva el acuerdo, pero la última vez, en 2019, se cayeron las negociaciones y durante un periodo de alrededor de tres meses, el gobierno impuso un arancel con el que Amhpac estima que los productores pagaron más de 200 millones de dólares. Esto hizo en su momento que varios productores pequeños desaparecieran o cambiaran de cultivos, recordó el director de la asociación.

De cara a la renovación del Acuerdo este 2024, autoridades mexicanas como la Senasica, y cinco asociaciones de gremios entre los que se incluyen la Amhpac, la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES), el Consejo Agrícola de Baja California, y otros, comenzarán trabajos pronto para preparar la negociación.

“Tenemos despacho de abogados en D.C., que además nos sale muy caro, y despacho de abogados en México”, dijo Díaz Belmonte.

“Destinamos muchos recursos y energía a eso, entonces creemos que vamos a tener una resolución definitiva o positiva por parte de las autoridades americanas y vamos a poder continuar exportando sin arancel”.  

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