Entre los primeros resultados el experto destaca que la enfermedad es causada por especies de hongos del género Alternaria. Héctor García advierte que para financiar el proyecto debieron establecer un modelo cooperativo de financiamiento de orden privado, pero con resultados de carácter de bien público, en vistas a superar las dificultades que hoy existen para la adjudicación de fondos públicos. Finalmente lograron que importantes exportadoras de fruta y empresas químicas y biológicas apoyaran la iniciativa.

“En la temporada 2018-19 comenzamos el trabajo de investigar la enfermedad a través de un proyecto mancomunado entre nuestro Laboratorio, Diagnofruit Ltda., y empresas exportadoras cercanas como Prize, Subsole, Ranco, Mace, Frusan, Dole, Yucay y Grupo Esmeralda. El trabajo fue liderado por nuestra Fitopatóloga Dra. Cecilia Ramos y la experta en Post-Cosecha Jessica Rodriguez. Obviamente debíamos avanzar también en el control, uniéndose al proyecto BASF, SummitAgro, Agroconnexion, Bioamerica y Bionativa, todos propusieron sus alternativas de control para ser evaluadas”, señala García.

CARACTERÍSTICAS CLAVES DE LA ENFERMEDAD

La enfermedad se presenta como una pudrición seca de color negro, asociada a la zona de sutura del fruto (fusión del ovario en estado de yema), si bien se cree que también existe una asociación con la zona estilar como zona de inicio, la evidencia muestra la enfermedad en zonas proximales cercanas al pedicelo tanto como en la distal. Entendiendo esto, la clave será proteger esta zona, para evitar el desarrollo del hongo.

“Los primeros aislamientos desde frutos sintomáticos mostraban una alta variabilidad fenotípica, lo que nos hizo suponer que había más de una especie de Alternaria involucradas, al igual que en manzanas”, afirma García.

Para profundizar en la etiología realizaron análisis genéticos con el fin de establecer, con un grado de confianza alto y rapidez, las especies presentes. Los  análisis confirmaron al menos tres especies del género Alternaria: A. alternata, A. arborescens y A. alternata, entre los que -en un número inicial de 30 aislados- A. arborescens domina las frecuencias.

“Aun es temprano para definir si las diversas especies poseen respuesta diferenciada a fungicidas, debido al número de aislados estudiados, pero existen tendencias que hacen pensar en la distinta efectividad de grupos químicos como dicarboximidas y estrobilurinas sobre las distintas especies”, explica el fitopatólogo.

“Si bien las empresas socias poseen los resultados de primera fuente debido al conocimiento asociado a sus huertos, en los próximos días comenzaremos un periodo de extensión… Comenzaremos la primera de una serie actividades programadas para compartir y discutir gran parte los avances, por lo que el próximo 6 de junio participaremos del taller de cerezas de la 6ta Conferencia Redagrícola en CasaPiedra”, invita Héctor García.

En el contexto de la conferencia a realizarse los días 5 y 6 de junio en CasaPiedra, el taller sobre cerezo será impartido por el expertode la Universidad Estatal de Washington, Dr. Matthew Whitting, en conjunto con los investigadores de Diagnofruit, quienes entregarán los resultados de la primera temporada de estudio.