Desde los primeros registros de exportación, en la temporada 1996/97, y hasta la campaña 2006/07, los envíos de cerezas se mantenían sin grandes altos y bajos. Todo cambió a la temporada siguiente cuando los envíos casi se duplicaron, teniendo a EE UU como el principal recibidor de la fruta. Y todo volvió a cambiar cuando China se fue construyendo como el mercado perfecto, que demandaba una fruta roja que simbolizaba la ‘buena suerte ’y que era perfecta para regalar durante el Año Nuevo Chino, porque la cereza representa ‘prosperidad’. Desde entonces, Chile comenzó a producir para China, mercado que ha llegado a absorber el 94% de la fruta nacional. Sin embargo, tras las últimas campañas, es necesario avanzar en la búsqueda de otros mercados donde poner la fruta y ya asoman algunos como posibles alternativas, en lo que podría significar un ‘nuevo florecer’ de esta fruta en el mundo.