Gamela vestible optimiza los tiempos de cosecha de cerezas
Mejorar el proceso de cosecha de cerezas, así como también cuidar la salud física de los trabajadores que desempeñan esta labor, es el objetivo del proyecto realizado por el diseñador de la Universidad de Talca, Matías Bustamante. Se trata de una ‘gamela vestible’, es decir, un recipiente plástico que el recolector puede llevar puesto alrededor de su cintura y que le permite hacer el proceso de manera más fácil, más cómoda y en menor tiempo. De esta forma, el producto ayudará a que se disminuyan los valiosos tiempos de recolección, generando beneficios tanto para el trabajador como para la empresa.
Según explica Bustamante, la idea de este producto surgió en 2015 luego de pasar tres meses trabajando como recolector de cerezas en diversos sectores de la Región del Maule. Fue en la práctica donde descubrió la necesidad de contar con un tipo de recipiente que permitiera hacer esta labor de manera más cómoda y expedita. “Fue un poco chocante pensar que estamos en el siglo XXI y ver gente cosechando con un tarro colgado al cuello con un alambre, y me di cuenta de que eso era algo muy común y una realidad que no solo ve en las cerezas, sino que se repite con los arándanos y las frambuesas”, declara.
Esa experiencia le permitió evidenciar una gran falta de innovación en este rubro y donde nació la idea de crear una mejor alternativa, un producto que proporcionara mayor ‘confort’ al operario y a la vez dignificara el proceso.
Si bien los recipientes comunes ya existen en el mercado, Matías explica que su alto costo no permite que los pequeños agricultores los adquieran en la cantidad que necesitan: “Se ven con la disyuntiva de trabajar con lo que tienen a mano, y lo que tienen los pequeños productores más a la mano son las típicas cubetas plásticas”.
Fue en 2018 que comenzó a desarrollar lo que era solo una idea y se convirtió en su proyecto de título de la carrera de diseño. Su experiencia práctica en los predios le permitió tener el conocimiento para crear un producto que cumpliera de mejor manera con las necesidades del mercado y que con el requisito de poder venderse a un precio asequible a los pequeños productores.
Fue así como surgió la ‘gamela vestible, cuya oferta de valor radica en que permitirá que los recolectores ya no caguen el peso del recipiente con la fruta, sino que lo puedan llevar puesto de una manera cómoda, que respete su postura corporal y ergonómica, pensando en su bienestar músculo-esquelético. De esta forma, esta innovación ayudará a prevenir las dolencias que comúnmente se asocian a este trabajo y que pueden llegar a convertirse en lesiones más serias, produciendo el impedimento de desarrollar correctamente la labor y, en consecuencia, generar la pérdida de fuente laboral en miles de familias que viven de este trabajo.
“Mi proyecto tiene una componente social muy importante y, por otro lado, con esta protección de evitar las lesiones que finalmente son invalidantes para los temporeros. Esta es su fuente de ingresos principal, por lo que una lesión para ellos es caro, no solo para el productor, también para las familias”, asegura el diseñador.
Además, el producto cuenta con ciertas características que son muy valoradas por quienes trabajan en el rubro. Tiene una capacidad de 10 kg, es apilable, cuenta con una estructura reticulada para mejorar el flujo de aire y prevenir que se dañe la fruta. Además, está construida con un material reciclable, lo que la hace amigable con el medio ambiente, y tiene el mismo costo que una gamela tradicional, pero con cualidades que la hacen más práctica y cómoda para el usuario.
APOYO INSTITUCIONAL
Una vez desarrollada la idea, fue con el apoyo de HUB Alimentos que ésta fue creciendo y materializándose. Gracias a la asesoría de los profesionales que se desempeñan en esta organización, Matías Bustamante se adjudicó un fondo de Valorización de la Investigación Universitaria, VIU, de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), programa que le ayudará a generar los primeros prototipos y realizar las pruebas de campo para validar el producto.
Además, el HUB Alimentos, en conjunto con la dirección de Innovación y Transferencia de la Universidad de Talca, está apoyando al joven en aspectos de propiedad intelectual y en aspectos relacionados con el emprendimiento. “Dentro de nuestro equipo vimos que el proyecto tenía un gran potencial porque contaba con un elemento sumamente importante que es la innovación y también de investigación que había desarrollado en terreno”, aseguró Carlos Sanhueza, gerente del HUB Alimentos.
Fue así como surgió esta alianza que permitió que el proyecto avanzara a pasos firmes. Pero Matías no es el único. Así como él, en 2019 fueron 60 los emprendedores que participaron en diversas instancias formativas organizadas por el programa. De acuerdo con lo planteado por Sanhueza, la finalidad es apoyar a los emprendedores de la masoregión de O´Higgins, Maule y Ñuble que tengan una idea o proyecto relacionado con la industria de alimentos.
Por otra parte, desarrollan una línea de trabajo de colaboración directa con las compañías. “Trabajamos con empresas de la industria alimentaria, que tengan algún desafío u oportunidad que quieran levantar junto con la comunidad, nosotros los apoyamos para poder difundir y promover estas actividades”, detalló el gerente.
Asimismo, la Universidad de Talca ha contribuido activamente, en los últimos 30 años, al desarrollo del sistema de innovación regional y nacional, a través de la investigación aplicada, el trabajo de sus centros tecnológicos con la industria, la formación profesional y el desarrollo del capital humano avanzando, y el co-diseño e implementación de proyectos consorciados con otras instituciones universitarias y centros de investigación, nacionales e internacionales.
Respecto al futuro de las gamelas vestibles, Matías Bustamante busca concretar su proyecto en la creación de una empresa de base científico-tecnológica, poder comercializar su producto y a través de él aportar de manera efectiva a mejorar la calidad del trabajo que desarrollan cada año miles de personas en el rubro de la agricultura en todo el país y también a nivel internacional.
Es de esta manera como la idea de Matías, junto con el apoyo de la Universidad de Talca a través del HUB Alimentos lograron desarrollar este innovador proyecto. Sin duda un producto que nació en los predios agrícolas de la zona central del país y fue desarrollado en la Región del Maule, pero que ayudará a mejorar la labor de los trabajadores de la fruta en el país y también en el mundo.