A la búsqueda de nuevos portainjertos para cerezos
En Chile se están probando diversos portainjertos, provenientes principalmente de Europa. Nuevas líneas de Gisela, STO, GM 9, Krymsk, PHL y Tabel, entre otras, son algunas de las más destacadas. Sin embargo, todavía no hay resultados concluyentes que permitan su masificación. “El Colt mejorado todavía no está como opción”, afirma el productor y viverista Andrés Valdivia.
Jorge Velasco Cruz.
Fotos: Ricardo Moreno B.
La cereza sigue firme como producto de exportación. Y es que, a pesar del rumor difundido en enero de que algunas cajas de cerezas chilenas estaban contaminadas con Covid-19 en China, las ventas de esta fruta pudieron retomar su rumbo en el gigante asiático.
Según Odepa, en enero se enviaron al extranjero 189.000 toneladas (el 93% fue a China), equivalentes a US$ 1.014 millones FOB, lo que significó un aumento de 44% en volumen y de 15% en valor, en comparación con el mismo mes en el 2020. Lo que sí es cierto es que se prendieron algunas alarmas en cuanto a la reconversión del rubro cerecero, tanto en relación a la diversificación de los destinos de los envíos como a los tipos de mercado (más tardíos o tempranos) a los que se quiere llegar. “Como estaba la incertidumbre de qué iba a pasar, tuvimos la posibilidad de desviar fruta a otros mercados, como Corea del Sur. Para enviar fruta a Corea, las plantas de proceso y los productores tienen que cumplir con algunas condiciones. Tenemos que estar preparados para ofrecer nuestra fruta a distintos destinos y tratar de cumplir con todos los protocolos de todos los países para que, cuando sucedan estos temas, las exportadoras tengan la opción de poder desviar la fruta sin ninguna complicación y no quedarse con las manos amarradas”, dice Andrés Valdivia, productor cerezo y gerente de Viveros Rancagua.
Como agricultor, Valdivia está extendiendo las fronteras de la producción de cereza desde la zona central hacia el sur, específicamente a Osorno, en La Región de los Lagos, y Chile Chico, en la Región de Aysén, en la búsqueda de opciones que puedan abrir nuevas ventanas comerciales como el post Año Nuevo Chino.
Fue en ese proceso en el que desarrolló una importante experiencia en el uso de portainjertos. En un comienzo probó diez variedades con siete combinaciones de portainjertos hasta llegar a la conclusión de que Regina y Kordia como polinizante son las más adecuadas para Osorno, aunque para esta función también utiliza Skeena, Sylvia y Sunburst. Como portainjertos, se dio cuenta de que los que mejor funcionan en la zona austral son los de la serie Gisela.
– ¿Cómo llegaron a la conclusión de que Gisela era el portainjerto adecuado para el sur?
– El que hayamos llegado a Gisela, Regina y Kordia fue un trabajo de prueba y error. Nos demoramos 6 o 7 años en poder llegar a esta combinación. En un comienzo, logramos determinar que Gisela y Regina se acoplaban bien. En Europa funcionan y el clima en el que se producen es muy similar al de la zona de Osorno. Pero después no podíamos hacer cuajar esta fruta, ya que los polinizantes que funcionan en Europa no lo hacen en Chile. Hoy día tenemos claridad que, dentro de la Región de Los Lagos, hay diferencias en la oferta de polen con distintas variedades. Lo que hemos ido aprendiendo es que hay que trabajar en todos los factores para poder determinar cuál es la mejor combinación de la variedad con el portainjerto y sus polinizantes. Hoy en día las alternativas de polinizantes para Regina en el sur son Kordia, Silvya, Skeena y Sunburst.
– ¿Qué importancia tienen los portainjertos en el proceso de polinización de la Regina?
-Hay que ofrecer la mayor cantidad de polen posible en el período en que está receptiva la variedad. De esta manera, entra en juego el portainjerto para ampliar la oferta a la variedad que va a ofrecerle el polen a la Regina. En un huerto donde tengo, por ejemplo, Gisela 6 con Regina, probablemente voy a tener que buscar variedades polinizantes que en el mismo portainjerto Gisela 6 tengan un período de oferta de polen más amplia. O bien, la misma variedad puede ser usada con un portainjerto más vigoroso como Gisela 12, que va a hacer que la oferta de polen sea más tardía y se logre mayor cobertura. Entonces, la estructura de la plantación tiene que estar muy bien estudiada para ver de qué forma hacemos que la coincidencia de la oferta de polen para la variedad principal sea perfecta.
– ¿Cómo es la zonificación de los portainjertos en el país?
– Hoy en día, Colt y Maxma 14 se utilizan en la zona central hasta Angol, aunque Gisela 12 también es capaz de producir en Curicó, Talca y Chillán. De Angol al sur está la serie Gisela (3, 5 y 6). El Colt está archivalidado, sin tener reemplazo. Maxma 14, que permite una variación al Colt, ofrece un plus en suelos más delgados y pedregosos. Los Gisela, en tanto, son muy susceptibles al exceso de temperatura en el suelo y por eso han tendido a desplazarse a su hábitat natural. Siendo originarios de Alemania, donde mejor se comportan es desde Angol al sur.
FALTAN ESTUDIOS
Las nuevas variedades de portainjertos de cerezo que se están testeando en Chile todavía esperan por tener estudios más concluyentes para ser usadas de forma masiva. “Hay varias opciones, pero que no están validadas como para poder decir que son una buena herramienta, sacarlas al mercado y ofrecerlas al productor directamente. La forma de hacerse espacio de alguna variedad o portainjerto es demostrando qué es lo que está aportando distinto a lo que tenemos. Sin embargo, todavía no hay nada mejor”, explica Andrés Valdivia. Con esto se refiere a Colt, Gisela 5, Gisela 6, Gisela 12 y Maxma 14.
De hecho, como un ejemplo de lo complejo del proceso de validación, recuerda una fallida experiencia con Gisela 17 y Gisela 18. “Los trajimos el año 2010. Buscaban ofrecer un poco más de vigor, pero como vivero quedamos con algunas dudas y hoy no los tenemos considerados. En Europa los estaban promoviendo como una forma de acercarse más a lo que podía estar ofreciendo el Colt, pero hubo algunos factores que nos hicieron frenar las pruebas. En una de las series nos encontramos con que el prendimiento de las variedades fue menos de un 50%”, recuera el experto.
– ¿Qué se busca lograr hoy con los nuevos portainjertos?
-Lo que se pretende es que bajen el vigor de las plantas, den precocidad, tengan resistencia al frío y tolerancia al exceso de agua. Hay bastante material, pero nada de lo que se pueda decir que se está generando una alternativa real. Eso está demostrando lo maduro que se encuentran el mercado y los productores para tomar decisiones de este tipo. Si no hay un portainjerto o una variedad que estén probados, es difícil que los usen.
– ¿Hay alguna alternativa real a Colt?
– Si hoy me preguntas quién podría reemplazar a un Colt a nivel mundial, no hay muchas alternativas. Gisela 12 buscó eso, pero no es un reemplazo, sino una alternativa. Diría que, como portainjertos, a lo que está usándose en Chile no hay más opciones que seguir probando.
– ¿Cuáles son las características de Colt que hoy día lo hacen irremplazable?
– El hecho de que imprima un vigor muy potente permite varias alternativas como productor para trabajar después en la variedad. Colt genera seguridades en el desarrollo vegetativo del árbol. La complicación que tiene el Colt es que, a diferencia de Gisela, no es precoz en la producción. Como productor uno quiere recuperar la inversión de la plantación lo antes posible. A Gisela uno podría pedirle que el huerto entre en producción al tercer o cuarto año, cuando en un Colt estamos hablando del cuarto al quinto año. Por ahí va la búsqueda de opciones al Colt. Pero el Colt mejorado todavía no está como alternativa.
– ¿Cuáles son las nuevas alternativas de portainjertos que han llegado a Chile?
– Hay series alemanas, belgas, checas, francesas, norteamericanas y hasta rusas que se han ido trayendo a Chile para generar mayores opciones. Hay una serie alemana que se llama STO, que busca ser una alternativa a la serie Gisela. Hoy día se están plantando unas pocas hectáreas en distintas zonas para validarlas. Eso es un proceso que toma de cinco o seis años. Primero hay que ver el comportamiento del portainjerto con la variedad. Después hay que analizar el comportamiento del portainjerto en distintos tipos de suelo y clima y cuáles son las ventajas que podría tener con respecto a los que se están usando.
– ¿Qué características tiene el STO?
– Uno de los principales factores que complica a la serie Gisela es la debilidad que tiene en su resistencia a las altas temperaturas. Tiene raíces más bien superficiales y en zonas muy calurosas no presenta un buen comportamiento. El STO, en cambio, está buscando un anclaje un poco más profundo, sin imprimirle vigor a la planta. En la zona central, que es donde pudimos probarlo, no mostró grandes diferencias. Hoy día se está probando en el sur, pero con otra empresa. Estamos a la espera para ver qué opciones entrega.
– ¿Qué otros portainjertos se están probando?
– En Alemania, que es donde se están empujando nuevas alternativas, la serie Gisela está muy bien posicionada. Ahí están el Gisela 17 y el Gisela 18, pero hay que validarlos. Uno se queda con la sensación de que estas alternativas se dan porque se quiere defender el pago de los royalties sobre estas variedades. Hoy toda la serie Gisela (5, 6 y 12) está libre en Chile. En la serie del portainjerto alemán Beirut también le están buscando alternativas como para hacer una versión 2.0 que pueda tener opciones. También se está trabajando con la serie belga GM 9, que se usa bastante en Europa y que tiene mejor resistencia a algunas enfermedades. La serie rusa Krymsk es bastante mencionada. Está buscando mejorar lo que está ofreciendo Gisela en suelos que se calientan, suelos arenosos o zonas más cálidas en donde no está siendo capaz de defenderse muy bien. Krymsk potencia raíces más profundas para usar mejor los suelos más livianos, más arenosos, donde las temperaturas podrían ser un poco más altas. Además, se está probando la serie checa PHL y los portainjertos franceses Tabel. Todos están en Chile. Esa es una de las gracias que tiene el mundo de la cereza en nuestro país: todo lo nuevo se está validando y todos los años aparece algún ensayo.
Elección Clave
– ¿Cuáles son los aspectos fundamentales para elegir un buen portainjerto?
– Es muy importante tener claro algunos aspectos: saber qué suelo tengo; cuál va a ser el vigor y la densidad de plantación del huerto; la tolerancia al exceso o falta de agua; la resistencia a enfermedades como agalla, cáncer, hongos y virus; la precocidad que pueda imprimir el portainjerto a la variedad y la productividad. Entonces, partiendo de la base de que están estos tres portainjertos muy posicionados (Colt, Gisela, Maxma 14), hay que buscarles alternativas que permitan ampliar la gama de oferta de variedades en zonas que no están siendo usadas hoy en día.
– ¿Qué tan importante es la combinación portainjerto-variedad?
– El que una variedad muestre su potencial productivo real va en directa relación con que le den un buen pie, es decir, el portainjerto. La relación portainjerto-variedad va muy ligada a que la variedad sea autofértil o no. El que sea autofértil no funciona muy bien en un portainjerto más bien enanizante, porque tiende a hacerla sobreproductiva. Entonces, se caen los calibres y obliga a hacer raleos. Al revés, una variedad autoinfértil no funciona muy bien en variedades vigorosas. Ahí es donde uno tiene que hacer una muy buena elección de esa combinación de acuerdo a condición. También hay tolerancias entre el portainjerto y la variedad que tienen que ser validadas. Por ejemplo, en la inserción de un portainjerto muy enanizante con una variedad que es exuberante en lo vegetativo, se producen incompatibilidades físicas. Se va a encontrar un portainjerto muy chico en la base de un árbol con una variedad inmensa. El anclaje sobre eso es muy inestable y hace que el huerto obligue a afirmar el árbol con estructuras. Esa relación patrón variedad tiene que ser muy clara para evitar este tipo de problemas.
Temporada Sureña
Las cerezas en Osorno y Chile Chico son las que cierran la temporada productiva, con cosechas que van entre la primera semana de enero y la primera de febrero. “Los últimos que estamos ofreciendo fruta somos nosotros. Podríamos haber obtenido tenido algo la segunda semana de febrero, pero básicamente toda la fruta del sur estaba pensada en irse a China y por cómo estaba la situación (debido a la noticia de trazas de Covid-19 en la fruta) nos obligó a tomar definiciones que habitualmente no haríamos. Desviamos fruta a otros mercados, al no tener las expectativas de precio que veníamos teniendo hace cuatro o cinco años atrás”, explica Andrés Valdivia.
Sin embargo, desde la perspectiva productiva, destaca que fue una temporada con resultados positivos. “Tuvimos una muy buena primavera, muy buenas cuajas, los rendimientos de los huertos estuvieron muy buenos y obtuvimos fruta de calidad. Si se está buscando calidad más que volumen, a una Regina bien manejada se le puede pedir de 10 a 15 toneladas por hectárea sin problemas, sin grandes dificultades en el manejo”, enfatiza.
– A nivel general, ¿cómo ha afectado la pandemia a la producción y exportación de cerezas?
– Cuando partió el tema del Covid-19 fue un golpe duro, específicamente para la producción del sur. La de la zona central prácticamente no se vio afectada y fuimos los agricultores sureños los que sufrimos con este brote y el cierre de las ciudades. Esta complejidad se vio reflejada en una baja del precio, pero todavía con buenos resultados. Siempre hubo retornos por sobre la línea límite de los costos productivos. Este año, puntualmente, esta noticia falsa del contagio por Covid-19 generó un tremendo ruido y la complicación la están viviendo los productores tardíos de la zona central, los que se planificaron para llegar al Año Nuevo Chino. Para los productores sureños está la incertidumbre de si los contenedores que están en viaje se van a encontrar con un mercado limpio o un mercado lleno de fruta que todavía no se pudo vender.